De repente, tu mascota ha desaparecido. Hace sólo unos instantes le escuchabas trastear y ahora no aparece por ninguna parte. Echa un vistazo en su túnel para gatos, no te extrañe si después de pasar un buen rato jugando en él haya decidido esconderse y echar una siestecita.
Tu mascota pasará horas y horas jugando sin descanso en su túnel para gatos por varias razones. Primero porque el entrar, salir, volver a entrar y atravesar el túnel le resulta una actividad muy entretenida. Segundo, porque la mayoría están fabricados con un material mullido que envuelve papel Crunch. Este lo que hace es que cada vez que el gato pisa el túnel o lo presiona con el lomo se produce un sonido crujiente y misterioso que despierta ese sentido de la curiosidad que caracteriza a los felinos y que le obliga a pasar una y otra vez para tratar de dar con su origen.
Los túneles para gatos tienen dos aberturas rígidas que le permiten entrar y salir con facilidad. En función del largo, pueden tener un tercer aro que lo mantiene erguido en la parte central, incluso los hay con velcro en la parte final para poder unir varios tubos y así crear un túnel mucho más largo.
También puedes combinar el túnel con una manta de juegos para gatos o meter dentro alguna pelota o un ratón para despertar todavía más su espíritu cazador.