Generalmente los gatos usan la bandeja sanitaria sin que se requiera demasiado entrenamiento. Sin embargo puede ocurrir que un gato que estaba acostumbrado a hacer sus necesidades dentro de su arenero, repentinamente deje de hacerlo.
En esta guía encontrarás las razones más comunes por las que un gato deja de usar el arenero y qué puedes hacer para ayudarlo.
Señales de que tu gato ha dejado de usar el arenero
La mayoría de los gatos usan la bandeja sanitaria sin necesidad de entrenamiento. Desde pequeños entienden que ese es su espacio para hacer sus necesidades. Por eso, cuando dejan de hacerlo, es una señal de que algo ha cambiado.
Cómo detectar un cambio en su comportamiento:
- Encuentras orina o heces fuera del arenero.
- Tu gato entra y sale del arenero sin hacer nada.
- Muestra incomodidad: rasca, huele, da vueltas y se va.
- El arenero permanece limpio durante más tiempo del habitual.
- Tu gato empieza a usar rincones, alfombras o el baño como alternativa.
| Si tu gato nunca llegó a usar su bandeja sanitaria correctamente o aún es un bebé, puedes leer nuestra guía: Cómo enseñar a un gato a usar el arenero. |
¿Por qué mi gato ha dejado de usar el arenero?
Aunque puede parecer un gesto caprichoso o una “rebeldía”, la realidad es que este comportamiento casi siempre tiene una razón concreta detrás. Los gatos son animales limpios por naturaleza, y cuando dejan de usar su bandeja sanitaria, nos están diciendo que algo no va bien. ¡Vamos a verlo a continuación!
Problemas de salud
Si tu gato ha dejado de usar el arenero de forma repentina, lo primero que debes descartar es un problema médico. Los principales problemas de salud relacionados con este comportamiento son:
- Dolor o dificultades para moverse. Los gatos con artritis, artrosis o sobrepeso pueden tener problemas para entrar o salir del arenero, sobre todo si los bordes son altos.
- Trastornos urinarios. Infecciones, cálculos o cistitis pueden provocar dolor o ardor al orinar. Esto hace que el gato asocie el arenero con esa sensación desagradable y prefiera evitarlo.
- Problemas digestivos. El estreñimiento, la diarrea o las enfermedades inflamatorias del intestino pueden generar molestias que alteren su rutina de eliminación.
- Enfermedades que cambian la frecuencia o urgencia. La diabetes, la insuficiencia renal o hepática pueden hacer que el gato necesite eliminar con más frecuencia o de forma repentina. Si el arenero está lejos, puede no llegar a tiempo.
En resumen: si tu gato evita la bandeja y notas otros síntomas (maullidos de dolor, sangre, apatía, pérdida de apetito o cambios en la eliminación), la visita al veterinario debe ser el primer paso.
Tamaño y forma del arenero
Si la bandeja es demasiado pequeña o cerrada, tu gato puede sentirse incómodo o sin espacio para moverse.
Lo ideal es que pueda entrar, girar y escarbar con comodidad, sin tocar los bordes. Si tu gato es grande, elige un arenero amplio; si es mayor o tiene problemas para moverse, mejor uno abierto y de bordes bajos para que le resulte fácil entrar.
👉 Te recomendamos echar un ojo al siguiente post con más consejos sobre tipos de areneros y cómo elegir el mejor para tu gato.
Ubicación inadecuada
El lugar donde está la bandeja puede marcar la diferencia entre que tu gato la use o la evite.
Debe estar en una zona tranquila, privada y de fácil acceso, alejada de su comida, agua y zonas de paso. Evita ubicarla cerca de electrodomésticos ruidosos o lugares donde haya corrientes de aire.
Falta de higiene
Una de las causas más comunes es simplemente que la bandeja no esté lo suficientemente limpia.
Los gatos son extremadamente exigentes con la limpieza: si la arena está húmeda o huele mal, preferirán otro sitio.
Tipo de arena o textura del lecho
Cada gato tiene sus gustos. Algunos prefieren arenas finas y sin perfume; otros rechazan las que hacen polvo o tienen olor artificial. Si cambiaste de marca y el problema empezó justo después, vuelve temporalmente a la anterior o mezcla ambas para hacer una transición suave.
Compartir bandeja con otros gatos
En hogares con varios gatos, es frecuente que uno de ellos evite la bandeja si siente que no tiene un espacio propio.
Aunque se lleven bien, los gatos son territoriales, y el baño es parte de su territorio. Lo ideal es tener una bandeja por gato, más una extra, ubicadas en lugares diferentes.
Cambios en el entorno o la rutina
Los gatos son criaturas de costumbres. Cualquier cambio en su entorno puede generar inseguridad o estrés. Las mudanzas, reformas, la llegada de un nuevo miembro a la familia o un cambio de horarios pueden alterar sus hábitos.
Cuando esto ocurre, el gato puede dejar de usar el arenero como forma de expresar su malestar o simplemente porque su entorno ya no le resulta seguro.
Si te vas a mudar o lo hiciste hace poco, no te pierdas estos consejos para mudarse de casa con un gato.
Estrés o ansiedad
Un gato estresado puede mostrar su malestar evitando la bandeja o eliminando en otros lugares.
El estrés en gatos puede deberse a muchas cosas: la presencia de otro gato, un ruido fuerte, visitas frecuentes o incluso un cambio en la ubicación del arenero.
Olores y productos inadecuados
Los gatos tienen un olfato muy sensible. Si lavas el arenero con un producto fuerte o usas ambientadores cerca, el olor puede resultarles insoportable.
Utiliza limpiadores neutros o específicos para animales y evita los desinfectantes con fragancias intensas.
Marcaje territorial
En gatos no esterilizados, o cuando hay tensiones entre felinos, el marcaje puede confundirse con un problema de arenero. Si tu gato orina en esquinas, paredes o cerca de puertas, probablemente esté marcando su territorio.
En estos casos, la esterilización suele ayudar mucho, ya que reduce el impulso territorial y evita conflictos entre gatos. Si quieres saber más, puedes leer nuestro post: «Esterilizar gatos: todo lo que debes saber«.
Asociación negativa con el arenero
Si tu gato sintió dolor o se asustó mientras usaba la bandeja, puede haber creado una asociación negativa. En ese caso, cambiar el lugar del arenero o usar una arena distinta puede ayudar a romper esa asociación y devolverle la confianza.
Falta de atención o aburrimiento
Cuando un gato se siente ignorado o tiene poca estimulación, puede manifestarlo con comportamientos fuera de lo habitual, como evitar la bandeja. Esto no es “venganza”: es su manera de comunicar que algo en su entorno emocional no está bien.
Cómo hacer que mi gato vuelva a usar la caja de arena
Una vez que entiendes por qué tu gato ha dejado de usar su bandeja, llega el momento de ayudarlo a recuperar el hábito. No se trata de regañarlo, sino de adaptar su entorno y sus rutinas para que vuelva a sentirse cómodo, tranquilo y seguro.
Si crees que el motivo es de salud
- Llévalo al veterinario antes de hacer cambios. Si tu gato siente dolor o malestar al orinar o defecar, lo primero es descartar un problema físico.
- Facilita el acceso a su arenero. Si es un gato mayor o le cuesta moverse, usa una bandeja baja y abierta, para que pueda entrar sin esfuerzo. Existen modelos con entrada lateral o con bordes recortados, ideales para gatos con artritis o sobrepeso.
- Pon más de una bandeja si lo necesita. Si tiene urgencia o no puede desplazarse rápido, coloca varias bandejas en diferentes zonas de la casa. Así siempre tendrá una a mano y evitarás accidentes.
Si el problema está en la bandeja o el tipo de arena
- Elige un arenero cómodo y espacioso. Tu gato debe poder entrar, girar y escarbar sin sentirse apretado.
- Mantén la limpieza cada día. Retira los desechos a diario y cambia toda la arena al menos una vez por semana.
- Evita los olores fuertes. No uses lejía, amoniaco ni ambientadores cerca del arenero. Límpialo con agua caliente y jabón neutro o productos de limpieza específicos para gatos.
- Prueba distintos tipos de arena.
- Si no le gustan las arenas perfumadas, usa una sin fragancia y con textura suave.
- Si la arena levanta polvo, prueba con opciones aglomerantes de bajo polvo, o arenas de sílice, maíz o papel reciclado.
- Algunos gatos prefieren arenas más naturales, como las de madera o fibras vegetales.
Lo importante es encontrar la textura y el olor que le resulten cómodos. Aquí te dejamos una guía para saber qué tipo de arena elegir para tu gato.
Si el problema tiene que ver con el entorno
- Busca un lugar tranquilo y privado. Coloca el arenero en una zona silenciosa, lejos de su comida, agua y zonas de paso. También asegúrate de que pueda acceder sin dificultad.
- Pon más de una bandeja si la casa es grande o tienes varios gatos. La regla es sencilla: una por gato, más una extra.
- Evita mover la bandeja constantemente. Los gatos odian los cambios bruscos. Si necesitas cambiarla de sitio, hazlo poco a poco, moviéndola unos centímetros al día.
Si el motivo es el estrés o la ansiedad
- Mantén la calma en casa. A los gatos les tranquilizan las rutinas: intenta que las comidas, el juego y el descanso sigan un horario estable.
- Dale lugares seguros. Pon rascadores, estanterías o camas en zonas altas donde pueda descansar sin ser molestado.
- Dedícale tiempo de juego. Un gato activo y estimulado mentalmente es un gato más equilibrado.
- Usa productos antiestrés. Los difusores de feromonas (como Feliway) pueden ayudar a reducir la ansiedad.
| Si tu gato sigue mostrando nerviosismo o inseguridad, visita nuestro post sobre cómo tratar el estrés en gatos. |
Si el rechazo se debe a una mala experiencia previa
- Cambia el lugar del arenero. Si se asustó o sintió dolor en su sitio habitual, colócalo en otra zona más tranquila y segura.
- Prueba con una arena diferente. Un olor o textura nueva puede ayudarle a olvidar la mala experiencia.
Si ha marcado fuera o el olor persiste
- Limpia con productos enzimáticos. Los limpiadores normales no eliminan del todo el olor, y tu gato puede seguir percibiéndolo. Los productos enzimáticos rompen las moléculas del olor y evitan que vuelva a hacerlo.
- Evita usar lejía o frotar en exceso. La lejía, en lugar de alejarlo, puede atraerlo por su olor. Usa productos neutros y seca bien la zona.
Si después de probar todo tu gato sigue sin usar la bandeja, no te frustres. A veces el problema combina causas físicas y emocionales y necesita la mirada de un profesional. Consulta con tu veterinario o con un etólogo felino para encontrar la raíz del comportamiento.
Qué no hacer si tu gato deja de usar el arenero
Cuando esto pasa, la paciencia es muy importante. Algunas acciones bienintencionadas pueden empeorar el problema:
- No lo regañes ni castigues. Solo aumentará su miedo o rechazo.
- No cambies todo de golpe. Haz los ajustes poco a poco para saber qué funciona.
- No ignores la situación. Cuanto antes actúes, más fácil será corregir el hábito.
- Evita los olores fuertes. Ambientadores o limpiadores con perfume pueden resultarle desagradables.
Si tu gato ha dejado de usar el arenero, no es por capricho. Algo le está molestando o causando estrés. Con paciencia, observación y algunos ajustes —como revisar su salud, la bandeja y el entorno—, la mayoría vuelve a usarla sin problema. Lo importante es escucharlo y acompañarlo con calma.
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