Al igual que los humanos, los gatos también pueden presentar problemas de mal aliento. Si bien es cierto que su higiene bucal nunca será tan frecuente e intensiva como en el caso de los humanos, también es acertado decir que estos felinos son de los más aseados en el reino animal, pero si a tu gato le huele el aliento en este artículo te contamos todas las causas y soluciones. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué a mi gato le huele el aliento? Las causas más comunes
El mal aliento en gatos —también conocido como halitosis felina— no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma. Aparece cuando algo en el organismo, la dieta o los hábitos de higiene no está funcionando bien. A continuación te explicamos las causas más frecuentes del mal aliento en gatos:
1. Placa bacteriana y sarro: el origen más habitual
La causa número uno del mal aliento en gatos es la misma que en los humanos: la acumulación de placa bacteriana en los dientes y encías. Con el tiempo, esa placa se mineraliza y se convierte en sarro. El resultado es un olor desagradable, sobre todo cuando el gato bosteza o se acicala cerca de ti.
La acumulación de sarro suele aparecer con la edad —más allá de los tres o cuatro años es bastante común—, aunque también depende de la alimentación, la genética y si el gato ha tenido o no higiene dental regular.
Si no se trata a tiempo, puede evolucionar en gingivitis o en una enfermedad periodontal, que además del mal aliento, provoca inflamación de encías, dolor y pérdida de piezas dentales.
Cómo reconocerlo:
- Olor fuerte y persistente, incluso tras comer.
- Encías rojas o inflamadas.
- Dificultad para masticar o rechazo al alimento seco.
Para más información, te recomendamos visitar nuestro siguiente post: Cómo prevenir y eliminar el sarro en los dientes de los gatos.
2. Alimentación inadecuada o restos de comida
Otra causa frecuente es la dieta. Algunos piensos de baja calidad dejan residuos en los dientes que alimentan a las bacterias, mientras que ciertas latas húmedas pueden fermentar en la boca si el gato no bebe suficiente agua.
Incluso algo tan simple como restos de comida atrapados entre los dientes puede generar un olor intenso en pocas horas.
Los gatos que tienen acceso al exterior y cazan, o que se alimentan con dietas crudas, también pueden desarrollar mal aliento si ingieren presas en mal estado o si no eliminan bien restos orgánicos tras comer.
Cómo reconocerlo:
- El olor aparece de forma repentina y no es constante.
- El gato come con normalidad y no muestra dolor.
- Suele mejorar con un simple cepillado o cambio de dieta.
3. Problemas digestivos
A veces el origen del mal aliento no está en la boca, sino en el estómago.
Algunas intolerancias alimentarias o digestiones lentas pueden causar reflujo gástrico, y ese ácido que vuelve a la boca genera un olor ácido o agrio. También es común en gatos con problemas pancreáticos o desequilibrios en la flora intestinal.
Este tipo de halitosis suele venir acompañado de otros síntomas como vómitos ocasionales, diarrea, estreñimiento o pérdida de apetito.
4. Enfermedades renales o hepáticas
En los casos más serios, el mal aliento puede ser síntoma de enfermedades internas.
- En gatos con insuficiencia renal, por ejemplo, el aliento suele tener un olor metálico o a amoníaco debido a la acumulación de toxinas en la sangre.
- Si el problema está en el hígado, el olor puede ser especialmente penetrante, parecido a carne podrida.
Este tipo de halitosis nunca debe ignorarse, sobre todo si aparece acompañada de otros signos como pérdida de peso, letargo, aumento de la sed o cambios en la micción. En estos casos, acudir al veterinario cuanto antes es fundamental. |
5. Objetos extraños o heridas en la boca
Aunque es menos común, a veces el mal aliento se debe a la presencia de cuerpos extraños atrapados entre los dientes o las encías: pequeñas astillas, pelos, trozos de pienso o incluso fragmentos de juguetes. Estos objetos pueden causar inflamación e infecciones locales que generan olor.
Del mismo modo, las úlceras bucales o lesiones provocadas por peleas, mordidas o cepillos demasiado duros también pueden producir halitosis.
Cómo reconocerlo:
- El gato se rasca la boca o intenta frotarse con frecuencia.
- Babea o tiene molestias al masticar.
- El olor es intenso, similar al de una herida infectada.

¿Qué hacer si a mi gato le huele el aliento?
Darte cuenta de que a tu gato le huele el aliento es solo el primer paso. Lo siguiente —y lo más importante— es hacer algo al respecto. A veces el problema se soluciona con pequeños cambios en su día a día, pero otras veces hace falta ir un poco más allá y contar con la ayuda del veterinario.
Revisión dental: el primer paso que no debes saltarte
Antes de probar cualquier cosa en casa, lo mejor que puedes hacer es llevar a tu gato al veterinario para que le revise la boca a fondo. Muchas veces el mal olor aparece por culpa del sarro, la gingivitis o pequeñas infecciones que no se ven a simple vista.
Durante la revisión, el especialista mirará con detalle:
- Las encías, para comprobar si están inflamadas, enrojecidas o si sangran.
- Los dientes, buscando restos de sarro o placa acumulada.
- La lengua y el paladar, por si hay heridas, úlceras o zonas doloridas.

Si nota que hay mucha placa o signos de enfermedad periodontal, es posible que te recomiende hacerle una limpieza dental profesional con anestesia. Este procedimiento elimina el origen del mal aliento y ayuda a prevenir la caída de dientes en el futuro.
Crea una rutina de higiene bucal en casa
La limpieza dental es clave para mantener la boca de tu gato sana y sin mal olor. No hace falta complicarse: con un cepillado regular evitarás la acumulación de placa, el sarro y la mayoría de los problemas que causan el mal aliento.
Lo más importante es acostumbrarlo poco a poco al cepillado y usar siempre productos de higiene dental para gatos. Con un cepillo adecuado y pasta dental específica, bastará con dedicarle unos minutos un par de veces por semana para notar la diferencia.
👉 Si quieres ver el paso a paso detallado sobre cómo hacerlo, puedes consultarlo aquí: ¿Cómo limpiar los dientes a un gato?

Revisa y ajusta su alimentación
Lo que come tu gato también influye en el estado de su boca. Los alimentos húmedos para gatos suelen dejar más restos entre los dientes, mientras que el pienso seco ayuda a arrastrar parte de la placa al masticar.
Aun así, no se trata de elegir uno u otro al azar: lo mejor es hablar con tu veterinario para encontrar la dieta más adecuada según su edad, su salud y sus necesidades.
Algunos consejos que te damos:
- Evita los piensos con azúcares o muchos subproductos, ya que favorecen el crecimiento de bacterias.
- Elige alimentos pensados para el cuidado dental, diseñados para reducir la placa y mantener los dientes más limpios.
- Cuida su hidratación: si come principalmente pienso seco, asegúrate de que siempre tenga agua fresca disponible, ya que también influye en la salud de su boca.
Añade revisiones periódicas a su calendario
El mal aliento puede ser un síntoma temprano de un problema mayor. Por eso, las revisiones veterinarias regulares son fundamentales, incluso cuando el gato parece estar bien.
Estas visitas permiten detectar a tiempo enfermedades dentales, digestivas o renales que podrían estar detrás del mal olor. Además, muchas clínicas veterinarias ofrecen programas de profilaxis preventiva, con limpiezas periódicas y chequeos dentales específicos.
Observa su comportamiento
A veces el mal aliento no es más que una pista dentro de un problema mayor.
Cambios en su forma de comer, en su peso, en lo activo que está o en la cantidad de agua que bebe pueden darte muchas señales sobre lo que está pasando. Presta atención a estos signos y no los ignores si aparecen junto con el mal olor
Un aliento fuerte y desagradable en los gatos no solo se puede tratar, también se puede evitar. Al final, prevenirlo no es solo una cuestión de olor: ayuda a reducir el riesgo de problemas de salud más serios y mejora tanto el bienestar de tu gato como la convivencia en casa.
¿Cuándo no ignorar el mal aliento?
En la mayoría de los casos, el mal aliento no es grave. Pero hay momentos en los que sí puede ser señal de que algo más está pasando. Si notas cualquiera de estas situaciones, lo mejor es acudir al veterinario:
- El olor es muy fuerte o ha cambiado de repente: si huele a amoniaco, metal o carne podrida, puede estar relacionado con problemas en los riñones, el hígado o una infección.
- Hay otros síntomas además del mal aliento: como pérdida de apetito, vómitos, diarrea, pérdida de peso, mucho cansancio o cambios en la cantidad de agua que bebe.
- Tiene dificultades para comer: si deja de comer pienso seco, mastica raro o parece que le duele la boca, puede haber inflamación o dolor dental.
- Notas heridas, bultos o secreciones en la boca: pueden ser signos de infección, abscesos o incluso tumores que necesitan revisión urgente.
- El mal aliento no desaparece a pesar de tus cuidados: si ya has probado con cepillados y cambios en la dieta y el olor sigue igual, puede que el origen esté en otra parte del cuerpo.
Si algo de esto ocurre, no esperes: cuanto antes lo revise un profesional, más fácil será tratar el problema.
¿Cómo prevenir que a tu gato le huela mal la boca?
La mejor forma de evitar el mal aliento en tu gato es prevenirlo desde el principio. Con unos cuantos hábitos sencillos puedes mantener su boca limpia, su aliento fresco y reducir el riesgo de que aparezcan problemas más serios con el tiempo.
- Cepíllale los dientes con regularidad: aunque solo lo hagas una o dos veces por semana, marcará la diferencia. El cepillado ayuda a eliminar la placa y el sarro antes de que se acumulen.
- Ofrécele snacks dentales para gatos: estos premios están pensados para ayudar a limpiar sus dientes mientras mastica. Eliminan restos de comida, ayudan a reducir la placa y complementan muy bien la rutina de cepillado.
- Llévalo a revisiones veterinarias: al menos una vez al año, o cada seis meses si es mayor. Así podrás detectar a tiempo cualquier problema bucal o de salud.
- Cuida su alimentación: elige piensos de calidad y evita aquellos con azúcares o muchos subproductos. Si lo necesitas, tu veterinario puede recomendarte dietas especiales para el cuidado dental.
- Observa su comportamiento: si notas cambios en cómo come, en su apetito o en su aliento, no lo ignores. Detectar los problemas a tiempo hace que sea mucho más fácil solucionarlos.
- Asegúrate de que se mantenga hidratado: el agua ayuda a mantener la boca más sana, así que procura que siempre tenga agua fresca disponible. Te dejamos este artículo con más tips para saber cómo mantener hidratado a tu gato.
Preguntas frecuentes sobre el mal aliento en gatos
¿Es normal que a mi gato le huela el aliento?
Un olor suave y puntual después de comer puede ser normal, pero un aliento fuerte, persistente o desagradable no lo es. En la mayoría de los casos, el mal olor es una señal de que hay bacterias acumuladas o de que existe algún problema bucal o de salud que necesita atención.
¿Cuándo debo preocuparme por el mal aliento de mi gato?
Si el olor es muy intenso, cambia de repente o viene acompañado de síntomas como pérdida de apetito, vómitos, dificultad para comer o cambios en su comportamiento, es importante acudir al veterinario. Podría tratarse de un problema interno más grave.
¿El mal aliento puede ser señal de una enfermedad grave?
Sí. En algunos casos puede estar relacionado con enfermedades renales, hepáticas o digestivas. Por ejemplo, un aliento con olor a amoniaco puede indicar problemas en los riñones, mientras que uno con olor metálico o a carne podrida puede estar vinculado a infecciones o alteraciones hepáticas.
¿El mal aliento desaparece por sí solo o siempre necesita tratamiento?
Depende de la causa. Si se trata de algo puntual —como restos de comida—, el olor puede desaparecer en poco tiempo. Pero si persiste o empeora, lo más probable es que necesite atención veterinaria y un tratamiento adecuado.
¿Hay factores que hagan a mi gato más propenso al mal aliento?
Sí. La edad avanzada, una alimentación poco equilibrada, la falta de revisiones veterinarias o antecedentes de problemas digestivos pueden aumentar el riesgo. Los gatos con enfermedades crónicas también son más propensos a desarrollar halitosis.
¿Puedo prevenir el mal aliento sin centrarme solo en la higiene dental?
Por supuesto. Además de la higiene, una alimentación de calidad, revisiones periódicas, buena hidratación y prestar atención a cualquier cambio en su comportamiento ayudan a prevenir el mal aliento y a detectar problemas de salud antes de que se agraven.
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Que hacer si gato le huele muchas la boca,?
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