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Junto con la temperatura, la luz es el otro elemento esencial en la creación de un hábitat natural que favorezca la salud de nuestras mascotas. Estas son las distintas distintas opciones de iluminación.
Las soluciones lumínicas y sus accesorios varían según vayamos a colocarlas en terrarios desérticos o tropicales y se trate de reptiles de agua o terrestres.
Las lámparas incandescentes son el sistema más común de iluminación en un terrario. Son más adecuadas como fuente de calor, pero como todos los reptiles necesitan radiación calorífica, nos servirán para las dos funciones. Hay animales que no requieren de demasiada luz, caso en el que nos bastará con estas lámparas.
Para colocarlas de forma que no conlleve ningún riesgo para nuestras mascotas, la solución es un portalámparas. Se instalan fácilmente en un borde de la tortuguera o el terrario, al que se fijan fuertemente. En algunos casos el casquillo es de cerámica, un aislante con gran resistencia térmica.
Otra opción para dar luz a nuestro terrario son las bombillas. En nuestro catálogo encontrarás las de vapor de mercurio (con un amplio espectro de radiación que imita la luz solar: rayos UVA, UVB, espectro de luz visible y rayos infrarrojos) y con efecto de luz de luna (permite a los animales una visión nocturna sin alterar sus ciclos diurnos y nocturnos), entre otros modelos.
Por último, los tubos fluorescentes ofrecen un alto rendimiento de luz sin producir calor, lo cual supone un importante ahorro de energía. Son idóneos para reptiles de hábitat desierto, expuestos más directamente a la radiación solar.