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Cómo criar a un conejo recién nacido: guía completa de cuidados

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Un conejo recién nacido es, probablemente, uno de los animales más frágiles que podemos tener en nuestras manos. Su tamaño diminuto, sus ojos cerrados y su dependencia absoluta pueden generar en nosotros una mezcla de ternura y miedo: ¿estoy haciendo lo correcto?, ¿qué necesita para sobrevivir?, ¿cómo puedo suplir a su madre si no está presente?

En esta guía encontrarás todo lo necesario para comprender sus necesidades básicas: desde cómo preparar el espacio donde vivirá, hasta qué tipo de leche puede tomar y cómo alimentarlo correctamente.

¿Qué necesita un conejo recién nacido para sobrevivir?

Los conejos bebés llegan al mundo con una vulnerabilidad enorme. Durante los primeros días dependen casi al cien por cien de su madre, pero en algunos casos —abandono, cría huérfana o madre incapaz de producir leche—, esa tarea recae en nosotros. Para que sobrevivan y crezcan fuertes, hay tres cosas fundamentales que debemos cubrir: ambiente, calor e higiene.

El ambiente ideal: temperatura y espacio seguro

Un conejo recién nacido no puede regular bien su temperatura corporal. En libertad, la madre prepara un nido con pelo, heno y materiales blandos para mantener a las crías calientes. En casa necesitamos recrear, en la medida de lo posible, ese mismo escenario.

Lo mejor es preparar una caja o cajón de tamaño mediano, con paredes altas para evitar que los pequeños puedan salir rodando. El fondo puede cubrirse con mantas suaves, gasas de algodón o incluso papel de cocina sin tintes. Encima de esa base, lo ideal es añadir heno para conejos limpio, que además de aportar calor servirá de primer contacto con el alimento sólido cuando llegue el momento.


La temperatura del nido debe rondar los 26-28 ºC. Para lograrlo, puedes colocar una manta térmica debajo de la caja, siempre protegida con una tela para evitar el contacto directo. Otra opción son las bolsas de agua caliente. Lo más importante es que el calor sea constante y nunca excesivo, ya que los conejitos son muy sensibles al sobrecalentamiento.

Si bien en los primeros días lo más recomendable es un nido o caja adaptada, cuando el gazapo crezca necesitará un espacio más amplio donde moverse con seguridad. Elige una jaula para conejos que le permita mantener su entorno limpio y ordenado, además de facilitar el acceso al agua, heno y juguetes.


La importancia de la higiene en los primeros días

Un nido cálido sin higiene se convierte rápidamente en un foco de bacterias. La orina y las heces de los gazapos pueden acumularse y afectar su salud.

Por eso es recomendable cambiar las mantas y el heno a diario o, al menos, asegurarnos de que estén secos. Conviene también lavar la caja o recipiente con agua caliente y un jabón neutro.

IMPORTANTE. Aunque los conejos recién nacidos son irresistibles, no es conveniente tocarlos constantemente. Cuanto menos los manipulemos en esta etapa, mejor. Si tenemos que hacerlo para alimentarlos o limpiar el nido, lo ideal es hacerlo con las manos limpias y secas, o incluso con guantes finos de algodón.

Control del peso y crecimiento

Observar a un conejo recién nacido puede dar la falsa impresión de que no cambia nada de un día para otro, pero lo cierto es que su evolución es rápida y constante. Para asegurarnos de que todo marcha bien, es muy útil llevar un control del peso diario con una báscula de precisión (las que se usan en cocina son perfectas).

Un gazapo sano suele duplicar su peso en la primera semana de vida. Si detectamos que el crecimiento se detiene o incluso baja, puede ser una señal de que no está recibiendo suficiente alimento o calor. En ese caso, lo más recomendable es consultar con un veterinario especializado en exóticos para recibir orientación inmediata.

Cómo alimentar a un conejo bebé recién nacido

Durante las primeras semanas, estos animales dependen por completo de la leche materna, y reproducir esa nutrición sin la madre no siempre es fácil. Aun así, existen alternativas que pueden ayudarnos a sacarlos adelante.

¿Qué leche se le puede dar a un conejo recién nacido?

La leche de coneja es muy especial: contiene mucha grasa y energía, justo lo que los gazapos necesitan para crecer. Por eso, nunca se debe dar leche de vaca, ya que no aporta los nutrientes correctos y además puede causarles diarrea grave.

La mejor opción serían las fórmulas específicas para conejos, diseñadas para parecerse lo máximo posible a la leche materna. El problema es que en muchos países, como España, son difíciles de encontrar. Por eso, lo más habitual es recurrir a la leche para gatitos.


Si vas a usar leche para gatitos, lo ideal es enriquecerla un poco para acercarse más a lo que necesita un conejo recién nacido:

  1. Aumento del contenido graso
    • Puedes añadir una pequeña cantidad de nata (crema de leche) o crema vegetal con alto contenido en grasa (5–10%) a la mezcla.
    • También se puede añadir un poco de leche de cabra entera si tolera mejor que la de vaca, ya que su perfil de grasa es más suave.
  2. Proteínas adecuadas
    • Asegúrate de que la fórmula tenga proteínas de buena calidad, preferiblemente caseína o mezclas con alto valor biológico.
    • Si la fórmula de gatitos es débil en proteína, se pueden mezclar suplementos proteicos recomendados por un veterinario.
  3. Proporción adecuada agua/polvo
    • Siempre sigue las instrucciones del fabricante para preparar la leche de gatitos, y si añades grasa extra, hazlo con cuidado.
    • No dejes la mezcla demasiado concentrada (puede causar diarrea, problemas digestivos), ni demasiado diluida (pérdida de nutrientes).
  4. Temperatura y esterilidad
    • La leche debe darse tibia, alrededor de 35–38 ºC.
    • Prepárala con agua hervida o estéril.
    • Utiliza siempre utensilios limpios y desinfectados para evitar infecciones gastrointestinales.

Si tienes dudas sobre qué fórmula elegir o cómo prepararla, lo más sensato es consultar con un veterinario, que podrá orientarte en función del estado de la cría.

Cantidad y frecuencia de la alimentación

En la naturaleza, la madre coneja alimenta a sus crías una o dos veces al día, normalmente durante la noche o la madrugada. Sus tomas son cortas pero muy nutritivas.

Cuando alimentamos de forma artificial, necesitamos adaptarnos a ese patrón, pero sin olvidar que la leche de sustitución no es idéntica a la natural.

De manera general, se recomienda:

  • De 0 a 7 días de vida: 2 tomas al día de 2–2,5 ml cada una.
  • De 1 a 2 semanas: 2 tomas al día de 5–7 ml cada una.
  • De 2 a 3 semanas: 2 tomas al día de 7–13 ml cada una.
  • De 3 a 6 semanas: 2 tomas al día de 13–15 ml cada una, combinadas ya con introducción de heno.
Estas cantidades son orientativas y siempre pueden variar según el tamaño de la camada y el peso de cada gazapo. Por eso, además de medir, es fundamental observar: un conejo saciado suele quedarse tranquilo después de comer, mientras que uno con hambre seguirá inquieto y buscando más alimento.

Cómo dar de comer a un conejo recién nacido paso a paso

  1. Usa un cuentagotas o una jeringa pequeña con tetina especial para crías.
  2. Coloca al conejito sobre una toalla suave, en posición horizontal, nunca boca arriba.
  3. Ofrece la leche poco a poco, gota a gota, dejando que él succione de forma natural.
  4. Haz pausas para que pueda tragar y respirar bien.
  5. Una vez terminada la toma, limpia con un algodón húmedo la boquita y el pelaje cercano para evitar restos pegajosos.

IMPORTANTE. Después de cada comida es necesario estimular la zona genital y anal con un bastoncillo de algodón mojado en agua tibia. Esto imita el lamido de la madre y les ayuda a orinar y defecar. Es un paso delicado pero esencial para que no acumulen desechos en su organismo.

Preparación para el destete

El destete comienza de manera natural hacia las 3–4 semanas de vida. En este momento, los gazapos empiezan a mostrar interés por el heno y a mordisquearlo.

A partir de la cuarta semana, además del heno, podemos empezar a introducir poco a poco pellets específicos para conejos jóvenes. Nunca se debe ofrecer pan, galletas, frutas dulces ni vegetales crudos a estas edades, ya que su sistema digestivo aún no está preparado.


El destete suele completarse alrededor de las 6–8 semanas, momento en el que los conejos ya deberían alimentarse únicamente con heno y pellets, y dejar de lado la leche.

En esas situaciones, siempre es recomendable pedir orientación al veterinario. Ellos pueden evaluar la condición del gazapo y aconsejar el mejor momento para completar el destete.

Socialización temprana y manejo seguro

A partir de la tercera o cuarta semana ya empieza a ser bueno que los conejos tengan algo de contacto con las personas.

Esto no significa estar cogiéndolos todo el rato, sino tener gestos suaves y cortos: acariciarles la cabeza, hablarles con calma o dejar que se acerquen a oler nuestra mano.

Cuando los cojamos, hay que hacerlo con cuidado, sujetando bien su cuerpo pero sin apretar demasiado. Evita movimientos bruscos o ruidos fuertes, porque pueden asustarse y dar un salto que termine en una caída.

Señales de alerta y cuándo acudir al veterinario

Cuidar a un conejo recién nacido sin su madre no es fácil. Aunque pongas todo de tu parte, a veces pueden aparecer problemas. Estas son algunas señales que deben ponerte en alerta:

  • No sube de peso o incluso lo pierde de repente.
  • Tiene diarrea o las cacas son muy blandas.
  • Su barriguita está muy dura o hinchada.
  • Se ve débil, sin ganas de moverse o muy apagado.
  • Al beber leche parece que le cuesta respirar, estornuda o le sale líquido por la nariz.

Si notas cualquiera de estas cosas, lo mejor es llevarlo al veterinario lo antes posible. Los especialistas en animales exóticos saben cómo ayudar y pueden detectar problemas que en casa no se ven a simple vista.

Además, llevar a tu conejo al veterinario de manera regular es muy importante para asegurarte de que crece sano y fuerte. En esas visitas el especialista revisará su desarrollo, te aconsejará sobre su alimentación y le pondrá las vacunas para conejos que sean necesarias.

Preguntas frecuentes sobre el cuidado de conejos recién nacidos

¿Cuánto tiempo puede sobrevivir un conejo recién nacido sin su madre?

Muy poco. Un conejo bebé depende totalmente de la leche materna y del calor del nido. Si la madre no está, hay que actuar rápido: darle un lugar cálido y seguro y empezar a alimentarlo según recomiende el veterinario.

¿Cuándo puede empezar a comer heno un conejo bebé?

A partir de la tercera o cuarta semana ya puedes poner heno en su nido. Al principio solo lo mordisqueará, pero poco a poco empezará a comerlo. El heno será su alimento principal durante toda su vida, así que es bueno que se acostumbre desde pequeño.

¿Cada cuánto hay que alimentarlo?

En las primeras semanas suelen necesitar dos tomas al día, con la cantidad ajustada a su edad y peso. No se trata de darles mucha leche, sino la suficiente para que crezcan sin forzar su estómago. Un conejo bien alimentado suele quedarse tranquilo y dormido después de comer.

¿Cuándo debo llevar a mi conejo bebé al veterinario?

Lo ideal es hacerlo lo antes posible, incluso aunque lo veas bien. El veterinario podrá revisar su estado, enseñarte la mejor forma de alimentarlo y darte indicaciones sobre su cuidado. Más adelante, cuando crezca, necesitará revisiones periódicas.

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