Al igual que los perros y los gatos, los conejos también contraen enfermedades que ponen en peligro su salud. Es por esto por lo que debemos vacunarles para prevenir y proteger a nuestra mascota. Las vacunas para conejos son fundamentales tanto para los que viven en interior, como para los que viven en exterior, ciudad o campo, ya que las enfermedades a las que se expone esta especie no tienen tratamiento y tienen una mortalidad de casi el 100%.
Cuáles son las vacunas para conejos y cuándo ponerlas
Existen dos tipos de vacunas para conejos, las obligatorias y las recomendadas. Éstas dependen del país en el que residas, aunque debes saber que dos de ellas son imprescindibles para proteger a nuestro conejo:
- Vacuna de la mixomatosis
- Vacuna de la fiebre hemorrágica o hemorragia vírica
Para ofrecer una protección eficaz es necesario seguir un plan de vacunación para conejos a partir de los 2 meses de edad y de forma anual. Lo ideal es vacunarles a las ocho semanas de vida de mixomatosis y a las diez semanas de fiebre hemorrágica. Siempre debes espaciar con un mínimo de dos semanas una vacuna y otra, sobre todo en animales de tamaño pequeño. Al año se repite la vacunación y puedes ponerlas en una sóla dosis con una vacuna combinada que actúa contra las dos enfermedades (Nobivac); recuerda comentar con tu veterinario las ventajas y los inconvenientes de la vacunación espaciada o combinada.
¿Cuándo es el mejor momento para vacunar a nuestro conejo?
Las vacunas para conejos deben ponerse preferiblemente a principios de la primavera. Ésta es la época ideal porque en verano incrementa el riesgo de contagio. Aunque puedes vacunar una vez al año a tu mascota, lo más recomendado es repetir la vacuna de la mixomatosis cada 6 meses (primavera y otoño), ya que su eficacia va disminuyendo transcurrido este tiempo. Así mismo, los conejos que vivan en el campo o en exterior en zonas de riesgo, podrán ser vacunados hasta cuatro veces al año. Tu veterinario te recomendará el mejor plan de vacunación según dónde vivas o si el conejo está en contacto con otros animales.
Otra de las vacunas para conejos es la de la pasteurelosis. Mientras que la mixomatosis y la fiebre hemorrágica son de origen vírico, muy contagiosas y mortales, la pasteurelosis es bacteriana y, en caso de padecerla, se puede tratar con antibióticos. Es una enfermedad respiratoria que no es peligrosa y se cura, por lo que no se les suele vacunar de esto.
Enfermedades de los conejos
- Mixomatosis. Se transmite por mosquitos, pulgas o por el contacto con un conejo infectado. Es altamente contagiosa y en casi el 100% de los casos es mortal, acabando con la vida del animal en menos de 15 días. Sus síntomas no son fácilmente visibles: el conejo está más decaído y come menos; por lo que es detectada cuando ya está en un estado demasiado avanzado. Es la vacuna para conejos más importante, sobre todo en los que vivan en el exterior o en zona rural (aunque sea sólo durante vacaciones).
- Hemorragia vírica. Es extremadamente contagiosa y causa la muerte en 3 días. Es frecuente en conejos que conviven con otros y se produce por el contacto de las heces, entre otras formas indirectas. Este virus fulminante produce el sangrado de los órganos internos provocando una hemorragia, comúnmente primero en el hígado y los riñones, seguidos por los intestinos y la tráquea.
- Pasteurelosis. Enfermedad bacteriana de tipo respiratoria que se manifiesta con estornudos, ronquidos al respirar y más tarde supuraciones mucosas por la nariz. Aunque existen vacunas para conejos que la combaten, no son totalmente efectivas y no se aconsejan en general para animales caseros. Además, en caso de contraer la enfermedad, tiene un tratamiento simple con antibióticos, por lo que no es peligrosa y se puede curar. Los principales motivos de esta infección respiratoria es el estrés, el polvillo presente en el alimento y el clima.
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Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.