En Tiendanimal, reconocemos a cada compañero de cuatro patas como un miembro más de nuestra familia. Por eso, en este post queremos abordar un tema fundamental, pero a menudo subestimado: el estrés en los perros.
Es esencial comprender que nuestros amigos peludos, al igual que nosotros, pueden experimentar el estrés de diversas maneras. Desde cambios en el comportamiento hasta señales más sutiles, debemos prestar atención para ayudar a que nuestros peludos disfruten de una vida feliz y saludable.
De igual manera, comprender qué les pasa y por qué se sienten ansiosos o estresados es necesario para poder ayudarlos a enfrentarse a estas situaciones sin tanta angustia y a que, poco a poco, vayan normalizándolas. A continuación, te contamos todo sobre el estrés en perros: cómo detectarlo y qué medidas tomar al respecto.
Síntomas del estrés en perros ¿cómo detectarlo?
Identificar el estrés en nuestros perros implica prestar atención a las señales que ellos nos brindan. Estos son algunos indicadores clave:
| Cambios en el comportamiento: |
| La ansiedad puede manifestarse a través de alteraciones en el comportamiento, como agresividad repentina o retraimiento social. |
| Problemas digestivos: |
| El estrés también puede afectar el sistema digestivo, resultando en problemas como diarrea o vómitos. En este caso te recomendamos leer nuestro artículo “Vómito y diarrea en perros: causas y qué debo hacer” para más información. |
| Niveles de energía: |
| Observa si tu perro muestra una hiperactividad inusual o, por el contrario, una falta de energía y entusiasmo. |
| Síntomas físicos: |
| El temblor, aumento en el lamido, la pérdida de pelo o problemas de sueño son manifestaciones físicas de que algo podría estar afectando a tu peludo amigo. |
Si observas alguno de estos signos de manera persistente, debes consultar a un veterinario para descartar problemas de salud subyacentes y obtener orientación sobre cómo abordar el estrés de su perro.
Causas y cómo tratar el estrés en perros
La ansiedad y el estrés en los perros pueden surgir debido a situaciones cotidianas que escapan a nuestro control, como visitas al veterinario, ruidos estridentes o quedarse solos en casa. Estos eventos son motivos suficientes para desencadenar el estrés en nuestros amigos peludos.
Aunque no siempre podemos evitar estas circunstancias, sí podemos influir en su comportamiento y cómo enfrentan estas situaciones a través de una educación adecuada.
Es esencial comprender las causas que pueden provocar estrés en los perros. A continuación, presentamos algunas de las más comunes y cómo abordarlas:
Separación de los dueños
Muchos perros experimentan ansiedad al ver marchar a sus dueños y quedarse solos en casa. Hay algunos más miedosos que otros, especialmente aquellos que han vivido situaciones traumáticas en el pasado. El sentimiento de abandono al quedarse solos puede desencadenar comportamientos como destrozar muebles y ladrar constantemente.
Te recomendamos que visites nuestro post sobre la ansiedad por separación en perros para conocer más acerca de este problema y cómo abordar la situación.
Es importante ofrecerle juguetes que le gusten y que le ayuden a sobrellevar estos momentos de soledad en casa. Por ejemplo, los juguetes de inteligencia mantendrán su mente entretenida y estimularán su cerebro. Otros juguetes, como mordedores o peluches, también pueden ayudar a aliviar su ansiedad.
| Además, si lo pasan mal hay que intentar no dejarles solos en casa mucho tiempo seguido y si, la situación no mejora, habrá que acudir a un educador canino para que nos dé las pautas a seguir y así controlar esas situaciones de ansiedad y estrés o al menos rebajarlas. |
Fuertes ruidos
Los ruidos estridentes como los cohetes o los petardos son ruidos desconocidos para los perros y esto les provoca miedo y les genera ansiedad. Ante estos estímulos auditivos tan fuertes, que no entienden de dónde vienen, los perros no saben cómo comportarse y eso les causa estrés.
En estos momentos hay que acompañarlos con las palabras, calmarlos de esa manera para que vayan aprendiendo a controlar su miedo.
Sigue los consejos de nuestro post “Fiestas, petardos y fuegos artificiales” para saber más sobre cómo actuar frente a estas situaciones.
Visitas al veterinario
Acudir al veterinario suele venir acompañado por una experiencia dolorosa, por eso, los perros sienten estrés cuando se acercan a la consulta veterinaria. Asocian ese lugar a un momento desagradable y desconocido para ellos. En esta situación, hay que estar tranquilo para transmitírselo a los animales y premiar el autocontrol con snacks y recompensas caninas, utilizando el refuerzo positivo.
Viajes en coche, avión, tren o barco
Durante los trayectos en coche, algunos perros se marean o lo asocian con experiencias negativas como ir a veterinario. Mientras que en el resto de transportes, la separación de sus cuidadores les causa estrés, nerviosismo y ansiedad.
Nuestra actitud debe ser, una vez más, la de la calma y la tranquilidad. Y, en el caso de los mareos, se puede pedir un medicamento al veterinario para evitarlo.
Otros consejos para quitar el estrés a un perro
- Entorno estimulante: Proporciona un ambiente lleno de estímulos positivos. Juguetes interactivos y actividades mentales mantendrán a tu perro enfocado y feliz.
- Uso de feromonas o productos tranquilizantes. En la búsqueda constante de proporcionar a nuestros perros ambientes relajados y seguros, existe una variedad de opciones para mitigar el estrés. Desde difusores de feromonas que crean una atmósfera tranquila hasta collares tranquilizantes. Además, existen suplementos nutricionales diseñados para promover la calma y camisetas antiestrés que brindan una sensación de seguridad. Te recomendamos consultar con un veterinario antes de utilizar cualquier producto tranquilizante.
- Ejercicio regular: El ejercicio es una válvula de escape fundamental para el estrés. Paseos diarios y tiempo para juegos ayudarán a liberar esa energía acumulada.
- Rutina y consistencia: Establecer una rutina predecible ofrece a tu perro un sentido de seguridad. Desde las horas de comida hasta los paseos, la consistencia es clave.
- Zonas de paz: Asegúrate de que haya un rincón tranquilo y cómodo para que tu perro se retire cuando necesite relajarse, especialmente en situaciones estresantes.
En conclusión, al reconocer y abordar el estrés en nuestros perros, podemos mejorar significativamente su calidad de vida. Desde la creación de entornos estimulantes hasta el uso adecuado de productos tranquilizantes, cada gesto contribuye al bienestar emocional de nuestros fieles compañeros.
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