¿Por qué mi gato come poco en verano?

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Cuando llegan los días calurosos y el sol no da tregua, muchas personas notan algo curioso en casa: su gato ya no muestra tanto interés por la comida. Y es lógico que te preguntes: ¿por qué mi gato come poco en verano?

En este post vamos a explicarte las razones más comunes por las que tu gato pierde el apetito en verano, cuándo es algo normal y cuándo deberías consultar al veterinario.

Cambios en el apetito de los gatos durante el verano

Cuando suben las temperaturas, el cuerpo de los gatos —igual que el nuestro— se adapta. No lo hacen solo cambiando de lugar para buscar la sombra, también regulan su metabolismo y comportamiento para conservar energía y evitar el sobrecalentamiento. Uno de los ajustes más evidentes es la disminución del apetito.

¿Es normal que mi gato coma menos con el calor?

Sí, es completamente normal. De hecho, es una respuesta fisiológica muy común en los felinos. Durante los meses cálidos, el cuerpo necesita menos energía para mantener la temperatura corporal. Comer implica un gasto energético: digerir los alimentos genera calor interno. Por eso, al reducir la ingesta, los gatos ayudan a mantener su cuerpo más fresco.

No es casualidad que muchos gatos coman menos durante las horas más calurosas del día y busquen alimento solo al amanecer o al anochecer, cuando baja la temperatura.

Razones por las que mi gato come poco en verano

Ahora que ya sabes que es normal que los gatos coman menos cuando hace calor, vamos a ver con más detalle qué causas pueden estar detrás de esa pérdida de apetito.

El calor y su efecto en el cuerpo del gato

En verano, el cuerpo de tu gato se autorregula para evitar el exceso de calor. Comer, aunque no lo parezca, genera calor interno, ya que el proceso de digestión consume energía. Por eso, cuando suben las temperaturas, muchos gatos disminuyen su ingesta de forma natural: simplemente no necesitan tantas calorías como en otras épocas del año.

Además, con el calor se mueven menos, duermen más y están más tranquilos, lo que también reduce su gasto energético y, por tanto, su hambre.

En momentos de mucho calor, incluso es posible que veas a tu gato jadeando o respirando con la boca abierta. Si te ha pasado, no te pierdas nuestro artículo: ¿Los gatos jadean? Razones y consejos para calmarlos

Cambios en la rutina y el entorno

El verano suele traer movimiento: vacaciones, viajes, mudanzas, gente entrando y saliendo de casa, ruidos, puertas abiertas… Y aunque parezcan cambios menores, para un gato pueden ser grandes alteraciones en su entorno. A los gatos les gusta la estabilidad, los espacios tranquilos y los horarios fijos.

¿El resultado? Pierden el apetito o comen menos de lo habitual.

Si tienes pensado salir con tu gato o llevarlo de viaje este verano, visita este artículo con consejos y recomendaciones sobre cómo viajar con un gato en coche.

Más agua, menos hambre

Con el calor, los gatos beben más agua. Es una forma lógica y natural de mantenerse hidratados. Pero al mismo tiempo, eso puede hacer que se sientan un poco más llenos y que no busquen la comida con tantas ganas.

Tipo de comida: a veces influye más de lo que parece

Cuando hace calor, los gatos pueden encontrar el pienso seco menos atractivo o demasiado pesado. En cambio, suelen preferir comidas húmedas, frescas o con más aroma, ya que resultan más fáciles de digerir y les aportan hidratación extra.

No olvides el estrés… aunque sea silencioso

Algunos gatos no muestran abiertamente que algo les molesta. No maúllan ni se esconden, pero lo reflejan en cambios sutiles como dejar de comer o dormir en lugares diferentes. El estrés veraniego no siempre es evidente, pero está ahí: una mudanza, una persona nueva, ventiladores ruidosos o incluso un cambio en su rincón favorito pueden ser suficientes para que tu gato pierda el apetito temporalmente.

Te recomendamos leer este post: Estrés en gatos: causas, síntomas y cómo tratarlo. Te puede dar pistas muy útiles para entender lo que está pasando y cómo mejorar su bienestar.

Problemas de salud: cuándo estar alerta

Aunque todo lo anterior es bastante normal, no debemos olvidar que la pérdida de apetito también puede ser un síntoma de que algo no va bien. Si tu gato, además de comer poco, muestra señales como vómitos, diarrea, apatía, jadeo excesivo o cambios en su comportamiento, es importante consultar con el veterinario.

También si han pasado más de 24-48 horas sin que pruebe bocado.

Recuerda: los gatos no deben dejar de comer por completo, ya que podrían desarrollar problemas hepáticos graves si pasan demasiado tiempo sin alimentarse.

MI gato come menos en verano: razones y qué hacer

Consejos para estimular el apetito de tu gato en verano

Aunque es normal que tu gato coma un poco menos cuando hace calor, hay varias formas de ayudarle a mantener un buen nivel de apetito y nutrición durante el verano.

Alimentos frescos y apetecibles

En verano, muchos gatos se vuelven más “tiquismiquis” con la comida. El pienso seco puede parecerles aburrido o muy pesado cuando hace calor, así que es normal que lo coman con menos ganas o lo ignoren por completo.

¿Qué puedes hacer para ayudarle? Aquí van algunas ideas:

  • Ofrécele comida húmeda (como latitas o sobres). Suele tener más olor, es más sabrosa y además tiene mucha agua, lo que le viene genial para mantenerse hidratado.
  • Evita darle la comida directamente de la nevera. Si está muy fría, puede que no le apetezca. Lo mejor es dejarla unos minutos fuera para que esté a temperatura ambiente.
  • Calienta un poco la comida húmeda (solo unos segundos). Esto hace que huela más y, como los gatos comen sobre todo guiándose por el olfato, puede que eso le anime a acercarse al plato.
  • Cambia de textura o sabor de vez en cuando. Si lleva varios días sin mucho apetito, una receta nueva o algo diferente puede despertar su curiosidad.

Y muy importante: no dejes la comida mucho rato fuera, sobre todo si hace mucho calor. Se puede estropear rápido, y además de que huele mal, puede sentarle mal si la come más tarde.

Que beba más agua es muy importante

Si tu gato no se hidrata bien, es normal que también coma menos. La falta de agua puede hacer que se sienta más pesado, con menos ganas de moverse… y de comer.

Algunos trucos para animarlo a beber más:

  • Ponle varios cuencos de agua fresca por la casa.
  • Cambia el agua con frecuencia..
  • Añade un poco de agua a su comida, como si fuera una sopita suave.
  • Ofrécele cubitos de hielo con un poquito de caldo casero (sin sal), como premio fresco.
  • Usa una fuente para gatos: les gusta más el agua en movimiento.

👉 Si quieres más ideas, no te pierdas nuestro post: Cómo hidratar a tu gato: consejos para prevenir la deshidratación.

Mantén un ambiente cómodo y fresco

Es importante que su entorno sea lo más fresco y tranquilo posible. Asegúrate de que tenga rincones con sombra, bien ventilados y alejados del sol o de fuentes de calor como hornos, electrodomésticos o ventanas soleadas.

También ayuda mucho darle la comida en los momentos más frescos del día, como por la mañana temprano o por la noche. Y recuerda: nada de ruidos, prisas ni interrupciones mientras come.

Crea una rutina que se repita siempre

A los gatos les encanta la rutina, y tener horas fijas para comer puede ayudarles a tener más hambre, incluso en verano.

CONSEJO: Trata de darle la comida siempre a la misma hora, en el mismo sitio, que esté limpio y tranquilo. Si no se la come en unos 20 o 30 minutos, quita el plato y vuelve a intentarlo un poco más tarde. Así evitas que la comida se estropee y tu gato aprende a comer cuando toca.

Estimulación positiva sin presiones

Por último, no lo obligues a comer ni le insistas de forma constante. Eso puede generar el efecto contrario: más rechazo. En su lugar, enfócate en crear una experiencia agradable alrededor de la comida:

  • Acarícialo antes de comer si es un gato cariñoso.
  • Háblale suave mientras le acercas su plato.
  • Usa premios húmedos o snacks naturales para abrirle el apetito, pero sin abusar.

Preguntas frecuentes sobre gatos y apetito en verano

¿Es normal que mi gato coma menos cuando hace calor?

Sí, es totalmente normal. El calor hace que los gatos tengan menos ganas de comer porque su cuerpo quiere evitar generar más calor interno. Además, suelen estar menos activos y eso reduce su necesidad de energía.

¿Puedo darle comida especial para el verano?

No existe una comida específica para el verano, pero sí puedes ayudarlo con alimentos más frescos y húmedos, que además de hidratarlo, suelen ser más apetitosos cuando hace calor.

¿Qué hago si mi gato bebe mucha agua pero sigue sin querer comer?

Si bebe bien pero no come, observa si presenta otros síntomas como decaimiento, vómitos o diarrea. Si es así, consulta con el veterinario. A veces puede estar enfermo o tener alguna molestia.

¿Debo preocuparme si mi gato come poco pero está activo y juega?

Si tu gato está animado, juega y se comporta con normalidad, comer un poco menos en verano suele ser normal. Solo vigílalo para asegurarte de que no baje demasiado de peso ni pierda energía.

Que tu gato coma un poco menos en verano no es motivo de alarma. Es parte de su manera de adaptarse al calor y a los cambios en su entorno. Recuerda siempre observar a tu gato con cariño y atención. Si algo te preocupa o notas que su comportamiento cambia mucho, no dudes en acudir al veterinario. Al final, lo más importante es que tu compañero peludo esté sano, feliz y cómodo, en cualquier estación del año. 😻☀️

Sigue aprendiendo más sobre cómo cuidar a tu gato en verano en nuestro blog:

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