Que vengan visitas a casa debería ser algo fácil: abrir la puerta y disfrutar del encuentro. Pero si tu perro se altera, ladra o se pone tenso cuando alguien entra, ese momento puede convertirse en un problema. Sea por miedo, por emoción o simplemente porque no sabe cómo actuar, enseñarle a recibir gente con calma mejora su bienestar y te permite vivir estas situaciones con mucha más tranquilidad.
La buena noticia es que la mayoría de los perros pueden aprender a gestionarlo si les guiamos correctamente. En esta guía te contamos cómo acostumbrar a tu perro a las visitas y evitar que se ponga nervioso cuando viene alguien a casa.
Por qué mi perro se pone nervioso con las visitas
Cuando alguien entra en casa, para muchos perros es un momento de gran activación emocional. Desde su punto de vista, aparece una persona nueva en su territorio, con un olor distinto y una energía diferente. Para algunos es emocionante; para otros, algo que les genera duda o incluso miedo.
Antes de ladrar o saltar, los perros suelen mostrar pequeñas señales que indican que la situación les empieza a superar. Algunas de las más habituales son:
- Jadeo rápido sin haber hecho ejercicio.
- Buscar tu atención de forma insistente.
- Lamerse el hocico repetidamente.
- Moverse sin parar, dar vueltas o caminar acelerados.
- Orejas muy erguidas o muy pegadas hacia atrás.
- Tensión en el cuerpo.
- Gruñidos suaves o quejidos.
- Saltos constantes, empujones o un olfateo muy insistente.
Reconocer estas señales ayuda a intervenir a tiempo y evitar que la situación escale.
| FACTORES QUE INFLUYEN: |
|---|
| Territorio El hogar es su espacio seguro. Que entre una persona desconocida puede resultar emocionante, invasivo o directamente desconcertante. |
| Socialización temprana Los perros que no tuvieron suficiente exposición a distintos tipos de personas y situaciones cuando eran cachorros pueden mostrarse más inseguros al recibir visitas. Para más información visita nuestra guía completa para socializar a tu perro. |
| Falta de previsibilidad Una rutina poco estructurada —con pocos paseos tranquilos, poca actividad mental o falta de descanso— puede hacer que cualquier estímulo, como la llegada de alguien, les resulte más difícil de gestionar. |
| Experiencias previas Si en algún momento el perro se sintió desbordado durante una visita, es posible que anticipe esa misma sensación la próxima vez, aumentando su nerviosismo. |

Métodos para acostumbrar a tu perro a las visitas paso a paso
Ayudar a un perro a estar tranquilo cuando llega alguien no va solo de pedirle que se siente o que se quede quieto. Antes de exigir autocontrol, necesitamos enseñarle a gestionarse y darle las herramientas para hacerlo.
Preparación antes de que lleguen las visitas
La calma empieza mucho antes de que suene el timbre.
- Ajusta su nivel de energía: un paseo antes de la visita puede marcar la diferencia. No hace falta agotarlo; basta con una caminata tranquila donde pueda oler, moverse sin prisa y liberar tensión.
- Prepara el entorno: un entorno adecuado ayuda a reducir el estrés. Prepara una zona segura donde el perro pueda retirarse si lo necesita y procura que no esté justo en pasillos estrechos o pegado a la puerta cuando llegue la visita, porque esos espacios pueden agobiarle.
- Reeduca el sonido del timbre: para muchos perros, el timbre es lo que dispara toda la excitación. Puedes cambiar esa asociación ofreciendo un premio o una señal de calma cada vez que suene. Con práctica, el perro empezará a relacionarlo con tranquilidad en lugar de estallar en ladridos.
- Trabaja la anticipación calmada: si sabes que va a venir alguien, adelántate a la emoción proponiendo actividades calmadas. Una alfombra olfativa, un mordedor para perros o algún juego tranquilo ayudan a bajar revoluciones y hacen que el perro esté en un estado más relajado cuando la visita llegue.
En algunos perros sensibles puede ser útil añadir pequeños apoyos, como feromonas calmantes (por ejemplo, Adaptil) o masticables relajantes. No reemplazan el trabajo de conducta, pero pueden ayudar a que el perro esté más receptivo durante las visitas.
Presentaciones controladas con personas de confianza
Cuando la visita llega:
- Permite que el perro olfatee: el olfato es su forma principal de “leer” a la persona.
- Indica a la visita cómo actuar: muchos problemas ocurren porque las personas no saben qué hacer. Explícalo con naturalidad: “Déjale olerte sin inclinarte hacia él.” “Mejor no le mires directo a los ojos al principio.” “Si te apetece, puedes darle este premio.
- Saludo dinámico, no estático: quedarse parado en la puerta genera tensión. Dar unos pasos juntos, permitir olfateo en movimiento o guiar al perro hacia un espacio más abierto.
Cómo actuar durante la visita para mantener la calma
Durante la visita es fácil que todo se descontrole si nos centramos solo en corregir. Es mejor gestionar el ambiente y las opciones del perro.
- Mantén el ambiente tranquilo: evita voces muy altas, saludos exagerados o regaños constantes, porque solo aumentan su nivel de excitación.
- Da opciones al perro: que pueda decidir si quiere estar cerca, tumbarse en su cama o retirarse a su zona segura. Esa libertad reduce mucha presión.
- Refuerza la calma, no la excitación: si ves que respira más despacio, se tumba o simplemente está relajado, puedes premiarlo de forma suave o reconocer su comportamiento sin crear más excitación.
- Evita reforzar conductas molestas sin querer: como reír cuando salta, hablarle con demasiada emoción o celebrar lo “gracioso” que es cuando se sube encima de alguien. Todo eso hace que repita la conducta.
Refuerzo positivo después de la interacción
Cuando la visita ya está dentro y el perro se relaja:
- Puedes ofrecerle un premio o snack canino para mantenerlo relajado o permitir que se quede cerca si lo hace con calma.
- Procura evitar “finales dramáticos”, como encerrar al perro de golpe en otra habitación, porque podría interpretarlo como un castigo o generar más tensión.
La idea es que cada visita termine con una sensación positiva y tranquila, no que el perro simplemente aguante hasta que todo pase.
Rutinas y hábitos diarios que ayudan a mejorar la convivencia
Un perro que recibe visitas con calma suele tener una rutina equilibrada en su día a día.
- Los paseos con olfato, los juegos de búsqueda o rompecabezas y un buen descanso hacen que su nivel de estrés general sea mucho más bajo.
- También es importante tener señales claras sobre cuándo toca jugar, descansar o relajarse.
Cuando el perro vive en un entorno previsible y tranquilo, le resulta mucho más fácil gestionar cualquier novedad en casa, incluida la llegada de visitas.
Mi perro ladra cuando viene alguien a casa: causas más frecuentes
El ladrido es un lenguaje y no siempre significa lo mismo. Entender la emoción que lo provoca es importante para saber cómo actuar correctamente.
- Ladrido por alerta: muchos perros ladran simplemente para avisar de que alguien se acerca. Es un comportamiento natural, aunque puede volverse excesivo si siempre que ladran ocurre algo “importante” (como abrir la puerta). Trabajar el timbre y anticipar la llegada de visitas ayuda a reducirlo.
- Ladrido por miedo o inseguridad: algunos perros ladran porque la llegada de una persona desconocida les genera duda o inquietud. En estos casos, el ladrido es una forma de pedir distancia y sentirse más seguros. Puedes conocer más detalles en el artículo: Cómo tranquilizar a un perro con miedo o inseguridad.
- Ladrido por emoción o frustración: perros muy sociables o impulsivos pueden ladrar porque están tan emocionados que no saben cómo contenerse. También puede pasar si quieren saludar antes de tiempo o si la puerta tarda en abrirse. Trabajar la calma previa a la visita suele marcar la diferencia.
Qué hacer si tu perro muestra conductas defensivas o reactivas ante las visitas
Cuando un perro ladra, gruñe, retrocede o se queda rígido ante una visita, está comunicando que se siente sobrepasado. No es malo, ni peligroso por definición: está diciendo “necesito espacio”.
- No avances hacia él ni le toques. El contacto forzado solo aumenta su malestar.
- No le regañes. Regañarle por gruñir elimina una señal de advertencia muy valiosa.
- Dale distancia. Retírate tú o pide a la visita moverse lentamente hacia atrás.
- Permite que observe a distancia. La observación tranquila es aprendizaje.
- Propón alternativas calmadas. Un premio lanzado suavemente lejos de la visita, un masticable en su cama, una ruta de olfato dentro de casa.
- Evita que la visita invada su espacio. Nada de acercarse, agacharse encima o intentar ganarse su confianza a la fuerza.
| CONSEJO: Si notas que tu perro se bloquea, intenta morder, no quiere salir de su escondite o ladra sin control durante mucho tiempo, es buena idea pedir ayuda profesional. Un etólogo o educador podrá evaluar la situación y guiarte con un plan adaptado. |
Conclusión
Ayudar a tu perro a estar tranquilo cuando viene gente no es complicado, solo requiere un poco de práctica y entender cómo se siente. Con algunos cambios en la rutina, un ambiente más relajado y la colaboración de las visitas, poco a poco irá aprendiendo que ese momento no tiene por qué ser tan intenso.
Y si en algún punto notas que necesita un apoyo extra, contar con un profesional puede marcar la diferencia. Lo importante es que tanto tú como tu perro podáis disfrutar de las visitas sin estrés y con la tranquilidad de que todo está bajo control.
Si te apetece seguir leyendo, estos otros artículos pueden interesarte:
En Tiendanimal queremos ayudarte en el cuidado de tu perro. Si tienes cualquier duda, nuestros especialistas estarán encantados de asesorarte en el teléfono de Atención al Cliente que puedes consultar aquí o en cualquiera de nuestras tiendas.
Haz tu pedido en tiendanimal.es, la tienda online especializada en productos para mascotas número uno en España, o si lo prefieres, acércate a tu tienda más cercana o llámanos por teléfono y te lo enviamos a casa. Recuerda que tienes disponible el servicio de Click & Collect para comprar online y recoger el pedido en tu tienda favorita ¡y con regalo! ¡Corre y no te pierdas nuestras ofertas!

















