Cuando tu peludo llega a la tercera edad, vemos cambios que a veces sorprenden. Y uno de los más preocupantes es que pierda el apetito. Si tu perro mayor está comiendo menos o directamente se niega a hacerlo, entender qué sucede y cómo ayudarle puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida.
En este artículo de nuestro blog, descubriremos si es normal que los perros ancianos pierdan el apetito, las causas más frecuentes y qué pasos dar para que recupere el gusto por la comida.
¿Es normal que los perros mayores pierdan el apetito?
Lo primero para tranquilizarte: sí, es relativamente común que los perros mayores coman menos, pero eso no significa que sea algo que debas ignorar. A lo largo de la vejez, pueden aparecer cambios en su salud que afectan su hambre: desde dolencias leves hasta problemas graves.
Cambios fisiológicos “normales”
- Metabolismo más lento: al envejecer, su cuerpo quema menos energía, así que pueden necesitar menos ración y, por tanto, comer menos.
- Disminución de actividad: salen menos, corren menos, gastan menos calorías… y eso se refleja en que tienen menos hambre.
- Alteraciones del olfato y gusto: igual que nosotros, pueden perder parte del sentido del olfato o sabor al volverse viejitos, así que la comida ya no les parece tan atractiva.
| Si estos cambios vienen acompañados de un perro que sigue con energía, tiene el pelo bonito, está un poco rellenito o mantiene su peso, es posible que sea algo normal por la edad. Lo importante es que, aunque coma un poco menos, siga comportándose igual que siempre, con ganas de salir, jugar un poco y sin mostrar signos de estar enfermo. |
¿Cómo saber si es normal que coma menos o si está enfermo?
A veces es difícil saber si tu perro mayor está simplemente comiendo menos por la edad o si hay algo más serio detrás. Estas pistas pueden ayudarte:
Duración del cambio en el apetito:
- Puede ser normal si come menos de lo habitual solo algunos días, pero sin otros síntomas.
- Preocúpate si no quiere comer nada durante más de 2 o 3 días seguidos. En ese caso, algo no va bien.
Otros síntomas que pueden aparecer:
- Puede ser normal si solo notas que come menos, pero sigue activo y de buen ánimo.
- Preocúpate si además de no comer, ves que vomita, tiene diarrea, le duele algo, está más débil, tose o tiene fiebre. Todos esos son signos de que puede estar enfermo.
Cambios en el peso:
- Puede ser normal si pierde un poquito de peso o se mantiene igual.
- Preocúpate si notas que ha adelgazado mucho en poco tiempo, se le marcan las costillas o ves que está hinchado.
En resumen: es cierto que muchos perros mayores comen un poco menos, pero si notas otros síntomas o algo te preocupa, lo mejor es llevarlo al veterinario cuanto antes.
Además, los perros mayores suelen presentar otros cambios de comportamiento como volverse más dormilones, más irritables o más despistados. Si quieres saber más, visita este artículo sobre los cambios de comportamiento en los perros ancianos.
Principales causas de la falta de apetito en perros mayores
Cuando un perro mayor empieza a comer menos o directamente rechaza la comida, no siempre es solo “cosa de la edad”. Hay muchas razones posibles que pueden explicar ese cambio. Aquí te contamos las más comunes:
Problemas dentales o en la boca
- Encías inflamadas o infectadas, dientes flojos o que se han caído, infecciones bucales…
- Dientes rotos, muy afilados o con abscesos, que causan dolor al masticar.
- Heridas, llagas, estomatitis (inflamación de la boca) o incluso tumores, que hacen que comer sea algo doloroso.
¿Qué puedes notar? Puede que deje de comer pienso seco, lo mastique mal o lo escupa. A veces prefiere comida húmeda o cosas blandas que no le duelan.
Problemas digestivos
- Inflamación del estómago o los intestinos (gastritis, enteritis, colitis).
- Presencia de algo que impide el paso normal de los alimentos, como un cuerpo extraño que haya tragado.
- Úlceras, intolerancias alimentarias, pancreatitis o problemas al absorber bien los nutrientes.
¿Qué puedes notar? Vómitos, heces blandas o con mal olor, gases, barriga inflamada o que pasa mucho tiempo tumbado, sin ganas de moverse. Si algo le molesta por dentro, no va a querer comer.
Enfermedades crónicas
- Problemas renales (muy comunes en perros mayores): pueden causar náuseas, fatiga, mucha sed y rechazo a la comida.
- Problemas hepáticos (del hígado): afectan muchas funciones importantes y suelen causar falta de apetito.
- Otras enfermedades crónicas, como hipotiroidismo, diabetes o enfermedades autoinmunes, también pueden alterar el metabolismo, provocando que tu perro esté decaído y sin hambre.
Dolor crónico y problemas articulares
A medida que los perros envejecen, es muy común que empiecen a tener molestias en las articulaciones. Enfermedades como la artritis, artrosis o displasia (especialmente en caderas o codos) pueden hacer que moverse sea doloroso.
Y aunque no parezca que tenga que ver con la comida, sí lo tiene: comer implica moverse, inclinarse, levantar la cabeza o estar de pie. Si eso le duele, tu perro puede preferir no comer.
Pérdida de los sentidos
Con la edad, los sentidos de tu perro también se van apagando poco a poco. Algunos pierden el olfato, lo cual es especialmente importante, ya que los perros “comen por la nariz”: si no huele bien, no le apetece. Otros tienen problemas de visión, lo que les complica encontrar el cuenco o acercarse a la comida.
¿Qué puedes notar? No se acerca al cuenco, lo mira pero no lo toca, parece perdido, o pasa de largo como si no estuviera allí. A veces, calentar un poco la comida o usar comida con olor más intenso puede ayudar.
Problemas mentales o emocionales
Los perros mayores también pueden sufrir cambios emocionales que afectan a su apetito:
- Ansiedad por separación: si tu perro no come cuando tú no estás, puede ser que se sienta inseguro o nervioso. Conoce aquí cómo detectar y qué debes hacer si tu perro tiene ansiedad por separación.
- Depresión geriátrica: al igual que en humanos, la tristeza profunda puede hacer que pierdan el interés por todo, incluso por su comida favorita.
- Estrés: cambios en casa, mudanzas, ruidos fuertes, la llegada de otro animal o incluso una nueva rutina pueden alterar su estado emocional.
Efectos secundarios de medicamentos
Muchos perros mayores necesitan medicación diaria para controlar enfermedades crónicas. Pero algunos medicamentos como antiinflamatorios, antibióticos, diuréticos o fármacos para la diabetes pueden provocar náuseas o pérdida de apetito.
Cáncer u otras enfermedades graves
Lamentablemente, los perros mayores también son más propensos a desarrollar tumores o cáncer, incluso en órganos como el estómago, los intestinos, el hígado, los riñones o los pulmones. A veces, estos cánceres no muestran síntomas evidentes al principio, pero una de las primeras señales suele ser la pérdida de apetito.
¿Qué hacer si mi perro mayor no quiere comer?
Aquí te dejamos una guía paso a paso con algunos consejos a seguir si tu perro senior ha dejado de comer o ya no tiene el mismo apetito de antes.
Paso 1: Obsérvalo con atención
Antes de hacer cambios, lo más importante es observar con calma y anotar lo que ves. Esto te ayudará mucho si tienes que hablar con el veterinario.
Pregúntate:
- ¿Cuánto está comiendo al día?
- ¿Rechaza solo el pienso seco o también la comida húmeda, premios o golosinas?
- ¿Tiene otros síntomas? (como vómitos, diarrea, tos, jadeos, está más delgado o tiene el pelo apagado).
- ¿Ha cambiado algo últimamente en su rutina? (nuevos medicamentos, mudanzas, personas o animales nuevos en casa…).
Paso 2: Haz su comida más atractiva
A veces, simplemente no le apetece el pienso seco de siempre, sobre todo si le cuesta masticar o ya no huele tan bien como antes.
Prueba con esto:
- Reblandece el pienso con un poco de agua tibia o caldo casero (sin sal, sin cebolla ni ajo).
- Cambia a un pienso especial para perros mayores, que suele ser más blandito y sabroso. Aquí te dejamos nuestra selección de los mejores piensos para perros senior.
- Ofrécele comida húmeda, mejor si está formulada para perros senior.
- Recetas caseras simples como arroz blanco con pollo cocido (sin huesos, sin sal) pueden ser una buena opción siempre con recomendación del veterinario.
- Añade algo sabroso y oloroso como un poco de atún (al natural), pechuga cocida o un chorrito de caldo sin condimentos.
👉 Consejo extra: Ofrécele 3 o 4 comidas pequeñas al día en lugar de una grande y si puedes, dale la comida después del paseo, cuando esté más animado. Prueba con comederos elevados para que no tengan que agacharse tanto.
Paso 3: Cuida su boca
Muchos perros dejan de comer porque les duele la boca. Con la edad, esto es muy común.
Haz lo siguiente:
- Si se deja, cepíllale los dientes con un cepillo y pasta especial para perros.
- También puedes usar sprays o enjuagues bucales caninos.
- Mira sus encías: ¿están rojas, inflamadas, sangran o huelen mal?
- Si ves algo raro o notas que mastica mal o deja caer la comida, llévalo al veterinario. Puede necesitar una limpieza dental profesional o incluso que le saquen alguna pieza dañada.
Paso 4: Revisa su entorno y su rutina
Los perros mayores se vuelven muy sensibles a los cambios. Si ha habido algo nuevo en casa —un cambio de muebles, otra mascota, visitas, o tú mismo estás más ausente—, eso puede afectarle.
- Mantén una rutina fija de paseos, descanso, comidas y juegos suaves.
- Evita cambios bruscos y, si los hay, acompáñalo con cariño para que se sienta seguro.
- Asegúrate de que tiene un lugar cómodo y tranquilo para descansar, sin ruidos ni corrientes de aire.
💖 A veces, lo único que necesita es un poco más de calma y compañía.
Paso 5: No esperes demasiado para consultar con el veterinario
Si después de dos días de probar con comida distinta y un ambiente más tranquilo sigue sin querer comer, o si ves síntomas preocupantes como:
- Decaimiento
- Vómitos
- Diarrea
- Dolor
- Fiebre o sacudidas raras
… entonces es momento de ir al veterinario.
El veterinario podrá hacerle una revisión completa: análisis de sangre y orina, ecografía, radiografías o revisar a fondo su boca. Así se puede descubrir si hay algún problema en los riñones, hígado, dientes, huesos o algo más serio.
Preguntas frecuentes sobre la pérdida de apetito en perros ancianos
¿Es normal que mi perro mayor coma menos que antes?
Sí, es algo habitual. Al envejecer, tienen menos energía, cambian sus sentidos y su metabolismo se ralentiza. Pequeñas bajadas del apetito pueden ser normales, siempre que no vayan acompañadas de malestar, síntomas o pérdida de peso notable.
¿Cuánto tiempo puede pasar sin comer antes de preocuparme?
Si deja de comer más de 24–48 horas, especialmente sin beber agua o si ves vómitos y diarrea, es momento de llevarlo al veterinario. Esperar demasiado puede ser peligroso.
¿Puede ser por un problema de dientes o encías?
Sí, problemas dentales como infecciones, encías inflamadas o piezas dañadas son una causa común de inapetencia en perros mayores. Si come mal o rechaza comida dura, vale la pena hacer una revisión rápida.
¿Puede estar relacionado con una enfermedad crónica?
Totalmente. Enfermedades como la insuficiencia renal o hepática, diabetes o problemas autoinmunes suelen causar náuseas, fatiga y pérdida de apetito en perros mayores.
¿El estrés o cambios en el entorno pueden influir?
Sí. Factores como cambios en el hogar, mudanzas, ruidos fuertes, o la llegada de una nueva mascota pueden afectar su apetito y ánimo. Muchos perros mayores pierden el interés por la comida ante situaciones estresantes.
¿Puede ser por medicamentos o efectos secundarios?
Sin duda. Algunos tratamientos comunes en la vejez (antiinflamatorios, antibióticos, diuréticos…) pueden provocar náuseas o apetito bajo. Si empieza a comer peor justo después de iniciar un nuevo medicamento, consulta con tu veterinario.
La vejez es una etapa llena de cambios que requieren atención. Sí, es común que los perros mayores coman menos, pero eso no significa que debas restarle importancia.
Y lo más importante: si la pérdida de apetito dura más de dos días, aparece cualquier síntoma o te inquieta su aspecto, acude pronto al veterinario.
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