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Ejercicios de olfato para modificar conductas

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El olfato es el sentido más importante del perro, el que le da más información de lo que sucede en su entorno. Pero continua e inconscientemente les impedimos desarrollarlo, cuando intentan oler las micciones de otros perros o cuando se intentan saludar olfateando, es muy común que los propietarios cortemos estas actitudes con un tirón de correa.

Trabajar el olfato es terapéutico, es un excelente medio para canalizar excesos de energía en perros destructivos, con estrés, ansiedad, miedos…Aporta mucha capacidad de concentración que conlleva un gasto energético importante así como una adecuada gestión del estrés y de la ansiedad.

Está totalmente demostrado que el empleo de trabajos sencillos de olfato dan buenos resultados en perros con problemas de agresividad, ansiedad por separación y otros problemas similares, ¡es impactante el efecto de relajación que les provoca usar la nariz!

En perros de razas de trabajo son frecuentes los problemas de estereotipias porque sus dueños no son capaces de darle una actividad física y mental suficiente. El empleo de trabajos avanzados de olfato pueden ser un buen complemento a la terapia e incluso una solución en sí misma.
En general, los trabajos de olfato ayudan a nuestro perro a concentrarse, relajarse, desarrollar sus capacidades cognitivas y son autoreforzantes, es decir, divertidos para el perro.

Ejercicios de olfato para modificar conductas

5 minutos de ejercicio usando el olfato les cansan más que 15 minutos corriendo frenéticamente detrás de un objeto. Es un ejercicio más natural, sano, con menos excitación y con menos problemas de obsesión.

Además podemos usar estos ejercicios para canalizar excesos de energía en perros destructivos, con estrés, ansiedad, miedos o como terapia complementaria en perros agresivos.

Cuando hacemos que el perro use la nariz estamos planteándole retos, es decir, problemas auto satisfactorios para el perro cuando los resuelve.

Aquí tenéis algunos ejemplos de juegos de nariz, pero usad vuestra imaginación:

  1. Esparcir comida: tanto por el suelo de la casa o por la hierba en un parque y pedirle que la busque. Se puede aumentar la dificultad poniéndola en diferentes alturas, que el perro se dé cuenta que no sólo puede encontrarla pegando la nariz al suelo.
  2. Esconder un juguete: usa un juguete que le guste mucho, como puede ser la pelota, para escondérselo y pedirle que lo encuentre. Si la motivación por el juguete es alta, verás que estará buscándolo durante un buen rato aumentando su concentración en el juego.
  3. Obstáculos: monta un recorrido con cajas, sillas, mesas y obstáculos varios (usa la imaginación) para que el perro tenga que pasar entre ellos buscando los trozos de comida que hayas escondido.
  4. En una zona de espacio abierto, haz que el perro busque a una persona que previamente se haya escondido. Cuando la encuentre que juegue un rato con dicha persona.

Es importante enseñarle a jugar: al principio ponerle los retos fáciles (incluso que vea los objetos) para que su motivación por el juego aumente e ir incrementando el nivel de dificultad a la vez que veamos progresos en el perro.

Estos ejercicios son una buena forma de estimular al perro con diversión por ambas partes creando un estrecho vínculo entre perro y dueño.

Ricardo Antón. Educador canino.

Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.

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