Parásitos en reptiles

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Los ácaros pertenecen a la familia de las garrapatas y, como ellas, tienen 8 patas, se alimentan de sangre y son capaces de transmitir enfermedades. Los que se alojan en los reptiles no pueden infectar a otros tipos de animales ni a las personas, pero han desarrollado la habilidad de utilizarlos como medio de transporte. Cada vez que vas a una tienda donde vendan reptiles, o a alguna exposición o a la casa de un amigo que tiene reptiles, corres el riesgo de traer contigo ácaros que pueden afectar a los tuyos.

Los ácaros son parásitos que se mueven constantemente sobre la piel del animal y también pueden encontrarse libres en el ambiente. Según la especie, pueden ser de color marrón, rojo-naranja brillante o del color de sangre seca. Generalmente los reptiles que han sido capturados en la naturaleza tienen ácaros. Cuando ellos están en su ambiente natural estos parásitos no representan un problema, ya que al mudar la piel se liberan de ellos. En cambio, en cautiverio el animal está sometido a un estrés permanente que afecta sus defensas y su salud. Además se ve obligado a permanecer en el mismo ambiente cerrado donde queda su piel y donde los ácaros se reproducen por miles en cualquier sitio con condiciones favorables (el terrario, la alfombra, las cortinas, etc.)

En los lagartos se pueden encontrar ácaros caminando por el cuerpo, enganchados debajo de los bordes de las escamas detrás de las orejas, alrededor de los ojos, membranas timpánicas y cualquier parte del cuerpo donde las escamas sean más delgadas como los pliegues de las axilas y bajo los muslos. También les gusta alojarse entre las crestas dorsales. En las serpientes generalmente se encuentran agarradas bajo los bordes que sobresalen de las escamas superpuestas; les encanta esconderse bajo el mentón de estos reptiles, alrededor de sus ojos.

¿Cómo controlar y deshacerse de los parásitos en reptiles?

El control de los ácaros es difícil, pues las drogas que los matan suelen ser toxicas también para los reptiles. Podrían eliminarse con calor, pero esto mataría al reptil al mismo tiempo. Además, se hace difícil eliminar estos parásitos porque pasan gran parte de su vida en el medio ambiente, por lo tanto aunque logres matar a todos los que se encuentran sobre el animal, los del ambiente vuelven a infestarlo rápidamente. Muchos de los estadios previos al de adulto son microscópicos, con lo cual pasan totalmente inadvertidos.

Pero entonces te preguntaras como deshacerte de los fastidiosos ácaros. Esta no es tarea fácil; muchos de los sprays que se venden en las tiendas simplemente no son efectivos. Es indispensable tratar tanto al reptil como al medio ambiente. Primero debes retirar al reptil de su terrario y tratar todo el ambiente con veneno. No pierdas tiempo con remedios naturales u homeopáticos porque los ácaros son muy resistentes y se necesita algo más agresivo para eliminarlos. No es suficiente con limpiar y desinfectar el terrario, pues esto no eliminará los estadios más resistentes del parásito. Estos sobreviven también a los venenos, ya que no se alimentan; es por eso que hace falta repetir todo el tratamiento una o dos veces tanto en el ambiente como en el reptil en un lapso de dos a cuatro semanas.

Tratamiento del ambiente

Retira todo el sustrato del terrario, colócalo en una bolsa y sácalo de la casa. Luego usa una aspiradora en todo el interior del recinto, sobre todo en los rincones y ángulos. Si encuentras material adherido al vidrio, ráspalo y vuelve a aspirar. Cuando hayas acabado, lava todo el interior con abundante agua caliente y jabón y enjuaga bien. Es una buena medida desinfectar todo ya que has vaciado el terrario. Esto no mata a los ácaros, pero si elimina las bacterias que puedan haberse desarrollado gracias a su presencia. Usa una solución de lejía en agua de 1:30. Si tienes un acuario de vidrio, llena todo el fondo con este líquido y déjalo unos 10 minutos, para ahogar cualquier huevo o larva que pueda haber quedado. Hierve durante unos 20 minutos todos los elementos decorativos que soporten este procedimiento. Limpia con jabón y desinfecta con lejía todos los utensilios del terrario, mantas térmicas, artefactos de luz, etc. Cuando hayas acabado, cubre todo el terrario con bolsas plásticas, sella con cinta las partes de malla y deja un collar antipulgas de gato o perro (según el tamaño del recinto, incluso puede que necesites cortarlo en trozos para distribuirlo por todo el ambiente) y sella bien para que los vapores del insecticida no escapen. Déjalo así durante por lo menos 3 horas. Mientras tanto aspira con cuidado toda la habitación, incluidas cortinas, gabinetes, alfombras, etc. Cuando hayas terminado quita la bolsa de la aspiradora, sácala de la casa y cámbiala por otra nueva. Cuando se cumpla el tiempo destapa el terrario y déjalo ventilar durante unas horas; puedes usar un ventilador para hacerlo mejor. Una vez que todo esté listo, vuelve a armar el terrario y devuelve el reptil después de haber sido tratado. Guarda el collar en una bolsa sellada (tipo zip-lock) para volver a usarlo cuando haga falta. No se recomienda dejarlo cuando el reptil esta en el terrario, ya que ha habido numerosos casos de intoxicación y muerte por los órgano fosforados.

Tratamiento de los reptiles

Coloca al animal en un baño de agua tibia (26 a 29 C) con yodo-povidona (desinfectante para las heridas) hasta la altura de los hombros en el caso de los lagartos. Para serpientes puedes usar un recipiente plástico con agujeros en la tapa para obligarla a quedarse en el baño el tiempo que sea necesario. Mientras está en el agua, échale un poco sobre la cabeza (cuidado con los ojos) para sacar la mayor cantidad posible de ácaros. Frota con un paño los pliegues entre las patas y el cuerpo, en el cuello y abdomen. Si puedes, déjala unos 30 minutos. Embebe un algodón en yodo-povidona y pásalo suavemente alrededor de los ojos y nariz. Revisa bien que no quede ningún acaro bajo las escamas y de ser necesario quítalos con un cotonette. Mantén al reptil en un sitio apropiado hasta que su tanque este listo para volver. Aprovecha para revisar si necesita hidratación o si está muy lastimado por los ácaros. Si es así, puedes repetir el baño con yodo-povidona hasta que mejore.

Otro veneno que se puede usar es la Ivermectina. Aunque muchos la dan en forma inyectable, puede llegar a ser tóxica, así que una buena opción es preparar una dilución de 5 mg en 1 litro de agua, colocarla en un rociador y aplicar en el terrario y sus accesorios y directamente sobre el reptil, evitando la zona de ojos y boca. Aquí puedes aplicar el remedio con un cotonette, al igual que en las demás áreas preferidas por los ácaros. Nunca utilices ivermectina en tortugas, pues se producen intoxicaciones fatales en estos animales. Ten cuidado también al usar venenos en cualquier reptil severamente deshidratado o debilitado.

Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.

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