El coronavirus canino es un virus de la familia Coronaviridae que afecta al intestino de los perros provocando diarreas. Se transmite, sobre todo, a través de las heces de perros infectados. Es bastante frecuente en zonas con poca higiene o hacinamiento, pero también en lugares donde se juntan muchos perros como el parque o una perrera. El contagio puede ser tanto vía oral (perros que se comen las heces de otros perros) como por contacto directo con el perro enfermo.
Este virus ataca las células de las vellosidades intestinales y las destruye, provocando una mala absorción de los nutrientes y el agua y dando lugar a las diarreas. Es una enfermedad altamente contagiosa pero si se trata a tiempo tiene un buen pronóstico y no deja secuelas.
¿El coronavirus canino puede afectar a mi cachorro?
Aunque puede darse en perros adultos, el coronavirus afecta sobre todo a los cachorros. Esto se debe a que su sistema inmunitario y su sistema digestivo aún no son lo suficientemente fuertes para hacer frente a una enfermedad. Por lo tanto, la gravedad dependerá en gran medida de la edad del perro, de si está vacunado o no, de su sistema inmunológico y de si se da junto a otra infección que empeore el cuadro clínico (por ejemplo, el parvo).
Una buena forma de reforzar el sistema inmunitario de nuestro cachorro es mediante la alimentación, incorporando nucleótidos, inmunoglobulinas y prebióticos. Lo nucleótidos producen más anticuerpos tras la vacunación y mejoran la capacidad de respuesta de los linfocitos; las inmunoglobulinas inactivan los patógenos evitando que se adhieran a la mucosa intestinal y manteniendo la integridad de la misma; los prebióticos ayudan a mantener el equilibrio de la microbiota contribuyendo a la salud de la mucosa intestinal.
¿Cómo afecta el coronavirus a mi cachorro?
El coronavirus canino es mucho más peligroso en los cachorros que en los perros adultos. Tienen un mayor nivel de deshidratación y las diarreas son más fuertes. El virus provoca una inflamación del intestino delgado que, si no se trata a tiempo, puede ocasionar la muerte.
¿Cuáles son los síntomas del coronavirus en perros?
Los signos de esta enfermedad de origen vírico son bastante parecidos a los del parvo, aunque no tan fuertes. Cursa con decaimiento, inapetencia, dolor abdominal, temblores, fiebre, vómitos, diarreas malolientes (pueden ser con moco y sangre) y pérdida de peso. Los más evidentes son los trastornos digestivos.
Los síntomas comienzan a ser visibles tras un periodo de incubación de 24 – 36 h. Como son similares a los de otras enfermedades como la parvovirosis, es muy importante asegurarnos de qué virus es el causante. Para ello existen pruebas rápidas que detectan el virus a través de muestras de sangre o heces.
¿Cómo tratar el coronavirus en perros?
El tratamiento del coronavirus es sintomático; no existe un medicamento o una cura para la enfermedad. Se tratan los síntomas con antibióticos y se utiliza fluidoterapia para evitar la deshidratación. Se pueden administrar fármacos para cortar las diarreas y los vómitos, junto a un protector de estómago para proteger la mucosa intestinal, estimulantes del apetito y vitamina B.
Si es el único virus que está atacando al cachorro, el pronóstico es muy favorable y la mortalidad es baja, recuperándose después de unos días.
Recuerda que, aunque tu cachorro se recupere, el virus todavía es contagioso por lo que debes extremar la higiene y tenerle separado de otros perros.
Vacuna Coronavirus para perros
La mejor forma de proteger a tu cachorro y poder estar totalmente tranquilo es la prevención. Para ello debes seguir el calendario de vacunación de cachorros y seguir todas las indicaciones de su veterinario. Además, cuando son cachorros y su sistema inmunológico todavía no es fuerte, es aconsejable controlar el contacto con las heces de perros que no conoces. Una correcta higiene también es fundamental para evitar enfermedades, así como una buena alimentación que fortalezca las defensas.
Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.
