La castración temprana en hurones es una práctica realizada comúnmente por maxicriaderos, aunque muchas veces, la desinformación o la mala información por parte de nuestro veterinario nos puede llevar a tomar decisiones equivocadas. Castrar a un hurón antes del año de edad conlleva los siguientes riesgos principalmente:
– Mal desarrollo y crecimiento del animal.
– Riesgo de hiperplasia de las glándulas adrenales (enfermedad adrenal), lo que puede acabar
derivando en neoplasia maligna de glándulas adrenales. Esto es debido a un desorden del sistema
endocrino, es decir, un desorden en la producción de hormonas. Existen diversos factores que
aumentan la probabilidad de dicha enfermedad, entre estos factores están la genética del propio
hurón, el control del fotoperiodo y la castración precoz.
¿Cómo evitarlo?
Cada uno de nosotros podemos evitar que se realicen prácticas tan retrogradas e innecesarias como la castración temprana de hurones que causan la muerte a muchos hurones cada año, en nuestras manos está que ésta práctica quede abolida.
Podemos contibuir:
– No fomentando ésta práctica al comprar hurones de maxicriaderos.
– Boca a boca: informando a la gente que no conoce las consecuencias de esta mala praxis.
– No dejar que nuestro veterinario opere a nuestro hurón antes de tiempo, a no ser que se tengan
causas de fuerza mayor.
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