Cómo domesticar a una iguana

Si tienes una iguana por primera vez, estás por descubrir un mundo nuevo en lo que respecta a tener mascotas. Descubrirás que los reptiles no son tan sociables por naturaleza, como lo son los perros, los gatos o los pequeños roedores. Ellos no tienen demasiado interés en interactuar con los humanos, a los que por lo general temen. Aún así, con mucha paciencia y perseverancia puedes lograr domesticar a tu iguana para que llegue a disfrutar de tu presencia y que se ponga feliz de verte.

Es muy importante que te asegures de que el terrario tiene las condiciones de temperatura, humedad e iluminación necesarias para que tu iguana se desarrolle con vitalidad. Si alguno de estos factores no está como debe, lo más probable es que ella se aletargue, pierda el apetito y se enferme, lo que haría inútil cualquier consejo sobre domesticación. Estudia también todo lo referente a alimentación para que no le falte nada y pueda crecer llena de salud.

Seguramente habrás escogido una iguana sana, con un saludable color verde, bien activa, alerta y con buen apetito. Ella debe mostrar alguna reacción cuando te acercas, como mirarte, levantarse, exponer el pliegue de piel bajo su garganta. Una iguana recién adquirida que no responde de ninguna manera, está enferma, muy estresada o deprimida con toda seguridad. Es muy importante que la lleves a un veterinario especialista en la primera semana, junto con una muestra de materia fecal. Los parásitos son muy frecuentes y es realmente sencillo eliminarlos.

Una vez que tu iguana está realmente sana y su terrario en condiciones puedes empezar a relacionarte con ella para intentar crear un vínculo de confianza entre los dos. Cuanto más pequeña sea, mejor, pues te será más fácil manejar y domesticar a tu iguana.

Consejos para domesticar a tu iguana

Por lo general, las iguanas extienden el pliegue bajo el mentón al verte; esta es una actitud de defensa o de agresión. Si están enfadadas suelen mover su cabeza en un vaivén, abrir la boca y agitar su cola.

Si solo extiende el pliegue, entonces puedes intentar tocarla. Es mejor que no la levantes al principio, en cambio pon tu mano a su altura dentro del terrario en un rincón alejado y luego acércala en un movimiento horizontal. Mientras tanto háblale con voz calmada y suave. Si te deja, puedes acariciar su cabeza o también ofrecerle una hoja tierna que le guste, como un diente de león. Nunca acerques tu mano desde arriba, pues así atacan algunos predadores y se asustan mucho. Repite este procedimiento por unos días o semanas, según la reacción de tu iguana. Cuando se de cuenta de que no intentas dañarla y ya no se asuste, pueden levantarla con cuidado. Luego levántala un ratito todos los días para domesticarla.

Es importante que vayas con tranquilidad y firmeza. Si ella logra asustarte con sus demostraciones, aprenderá rápidamente lo que debe hacer para disuadirte y lo hará cada vez con mayor intensidad hasta volverse agresiva. Una iguana de 30-45 cm no puede hacerte mucho daño, así que no debes tener miedo. Por otro lado, no la levantes si lucha demasiado; la estresarás más y tendrás que apretarla para sostenerla, cosa nada agradable para ella. Si se te escapa, no la tomes de la cola, pues podría perderla. Procura levantarla en un ambiente cerrado, seguro y sin escondrijos donde luego no puedas sacarla. Así si queda suelta no tendrás problema en tomarla de nuevo con suavidad.

Puede llevarle bastante tiempo hasta darse cuenta que tus intenciones son buenas y no la lastimarás. Para domesticar a una iguana debes tener mucha paciencia y seguir intentando todos los días. Ya verás que cuando lo logres te será mucho más fácil levantarla y acariciarla. Siempre háblale suavemente, no grites. Las iguanas pueden aprender algunas palabras, como “no” o “mal”, sobre todo si las dices en otro tono de voz. También reconocen nuestro lenguaje corporal, de modo que puedes hacer signos visuales mientras hablas.

Aprende a reconocer su estado de ánimo. Los movimientos rápidos de cabeza, agitación de la cola y la boca abierta son signos de malestar y agresividad. Mientras sea pequeña esto no debe detenerte si tienes que levantarla, pero cuídate de su boca. Una iguana pequeña no podrá lastimarte demasiado y debe acostumbrarse a que la alces. Si te muerde, no retires tu dedo de un tirón porque los dientes son muy filosos y te puede hacer un corte. Mejor espera a que abra la boca para poner tu dedo a salvo. Luego lava y desinfecta muy bien la zona. Una iguana adulta, en cambio, sí puede hacerte daño; por eso es tan importante domesticar a tu iguana desde temprano. Piensa que habrá muchas ocasiones en que tendrás que levantarla, para limpiar la jaula, para darle medicación, llevarla al veterinario o sacarla del agua para cambiarla. Además, si se hace dócil podrás sacarla a tomar sol o a pasear por un jardín o la habitación y esto le resultará muy gratificante.

Un truco muy bueno para cuando tienes a tu iguana en brazos y no está muy conforme es moverte hacia los lados lentamente, como si acunaras un bebé. Esto parece relajarlos mucho y logra que se calmen. Si decides soltarla en una habitación procura no perseguirla para volver a atraparla. Esto la asustaría y sería un retroceso en la relación. Siempre puedes recurrir a las golosinas saludables para que acuda a ti o para premiarla cuando no es agresiva.

Domesticar a una iguana lleva tiempo y paciencia. Piensa en por lo menos 3 meses hasta conseguir que no se asuste y que puedas confiar en ella. Tienes que conseguir, como mínimo, poder levantarla cada vez que quieras sin que te agreda. Cada iguana tiene una personalidad diferente, de modo que tienes que aprender a conocerla para aplicar los métodos más apropiados. Con paciencia y un poco de inteligencia puedes lograr que tu iguana sea un animal afectuoso, confiable y alegre que disfrute de tu compañía.

Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.

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6 comentarios en «Cómo domesticar a una iguana»

  1. Soy propietario de un iguana hembra hace más de dos años. Cuando la suelto en el jardín, al rato se vuelve a su terrario ella sola. Creo que se siente más protegida que estando ahí fuera.

    Es una compañera increíble, lleva su tiempo, algunas mordeduras y varios latigazos pero ahora ya, algunas veces, hasta dormimos la siesta juntos.

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    • Hola acabo de encontrarme con una igusna pequeñita y siempre quise tener una jeje veo en las pelis q se puuede domesticar… Quisiera saber si puede ayudarme como debe ser su terrario.. Y todo lo q comen.. Por ahora la tengo en una caja plastica con azerrin.. Porque justo tbn tenemos 2 hamster

    • Y como le hizo para q ella se adaptara ?, cuanto tiempo lleva con ella ? Tengo una pequeña pero apenas tenemos un mes con ella … y nos gustaría q así fuera …. Gracias

  2. Claro escorrecto mejor dejar la iguana libre en su avitta guemalotenerun animal
    Preso de su libertad la verdad no estoy de acuerdo

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    • señora este es un post para el cuidado de iguanas y reptiles no para que se exprese valla a facebook o agreen peace y deje vivir a la gente

  3. Una de las peores cosas para las iguanas y para cualquier animal es tenerlas encerradas en una jaula. Lo mejor es dejarlas libres en tu casa y que tenga acceso al jardín. El terrario solo se debe usar por corto tiempo en situaciones especificas. Por ejemplo llega un amigo a tu casa y le teme a las iguanas..etc. Si no puedes tener una mascota libre en tu casa, mejor no la tengas. Es triste encerrar a un animal para deleite de la persona.

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