Nala está a punto de cumplir un añito con nosotros. Ha cambiado su comportamiento desde que llegó, ella ha evolucionado y ha mejorado gracias al trabajo diario que se ha realizado con ella. Llegó con muchísimo miedo a los hombres, a saber lo que tuvo que sufrir esta pequeña antes de ser rescatada… pero era evidente que había tenido malas experiencias con el ser humano. Aún le cuesta un poco confiar, sobre todo en los hombres, pero requiere menos tiempo para ella comprobar que eres de fiar y que puede acercarse a ti a que le des mimos y caricias… porque una vez que coge confianza esta canija saca su lado mimoso y cariñoso y demuestra que las atenciones que le damos le chiflan. Convive con el resto de perros sin problema por lo que puede tener compis caninos en su nuevo hogar. Aún le queda mucho por evolucionar y por dar, y estamos seguros de que en un hogar sorprendería con un cambio mucho más rápido que el que puede dar en el refugio. Nala necesita una familia