COPO y su hermana MÍA fueron abandonados en las dependencias municipales. Nos resulta increíble que aún nos encontremos con situaciones como esta... Ahora están acogidos por la asociación y nos han conquistado con su carácter sociable, supercariñoso y encantador. Y es que los dos hermanos son unos buenazos; no entienden que ha pasado, porqué no están en su casa, ni con su "familia", y aún así, se muestran confiados, sociables y agradecidos. Nos encantaría que pudieran seguir juntos y fueran adoptados en la misma familia, pero si no puede ser, también buscan adopción índividual. Son negativo en leucemia e inmunodeficiencia felina. Buscan adopción responsable con contrato y seguimiento.