Muchas veces frente este tipo de situaciones o de procesos obligatorios para nuestros peludines no sabemos muy bien cómo reaccionar o enfrentarnos a la situación de forma sencilla y positiva. Por eso a continuación os indicamos cómo podemos ayudar a nuestro cachorro a descubrir el mundo que le rodea.
Exposición controlada del cachorro a todo tipo de estímulos
Una parte significativa de la impronta es exponer al cachorro a la mayor cantidad de estímulos posibles, siempre en espacios controlados, que el perro sea capaz de gestionar y durante tiempos breves. Durante el periodo de impronta, el cachorro desarrolla una curiosidad y necesidad de conocerlo todo, explorarlo y aventurarse en distintas situaciones, lo que le permitirá conocer el mundo que le rodea con confianza y seguridad.
En esta fase no tiene miedo de nada y las experiencias negativas las olvidará rápidamente. Pero una vez transcurrida esa fase, el cachorro iniciará una nueva etapa de maduración en la que empezará a desconfiar de todo lo que no conoce y rechazar aquellos estímulos o experiencias desconocidas para él porque lo desconocido le produce miedo e inseguridad.
Un buen cuidador tendrá en cuenta el futuro ambiente donde vivirán sus perros y se preocupará de exponerlos a las situaciones y estímulos que éste encontrará para que luego no le resulten desconocidos, por ejemplo vehículos de todo tipo, escaleras, ascensores, niños gritando, bicicletas, distintos tipos de suelos y superficies, cosas comunes en las casas como el televisor, el ruido del lavavajillas, acostumbrarlo a subirse al coche… Prácticamente todo lo que se nos pueda ocurrir, siempre poco a poco y dándole tiempo al cachorro para asimilarlo, sin saturarle, debe ser como un juego para él.
Estando en contacto con multitud de estímulos y viviendo distintas experiencias adquirirá las herramientas adecuadas y necesarias para comprender el entorno que le rodea y relacionarse adecuadamente con los demás, le predispondrá a no convertirse en un perro miedica, le hará capaz de resolver situaciones y conflictos por si mismo y le dará mayor autonomía y autoestima.
Una vez el cachorro pasa a formar parte de nuestra familia, nosotros hemos de continuar con la tarea de sociabilización desde el primer momento que llega a casa. Es importante saber que no debemos consolarlo constantemente cuando se asuste, hay que darle tiempo para que aprenda por sí solo que las cosas que le asustan no son peligrosas para él.
Siempre hay que tener especial cuidado con la salud del perro puesto que al ser tan pequeños son más vulnerables, pero no debemos dejarlo encerrado en casa hasta finalizar el período de vacunación, se le puede sacar en brazos y dejarlo explorar y corretear en zonas seguras y limpias, con perros que nos sean conocidos y estén sanos con todas sus vacunas al día. Es preferible correr ese mínimo riesgo de sacarlo a la calle sin vacunar que tener que solucionar luego problemas de miedo e inseguridades.
Las consecuencias de una impronta incorrecta son irreversibles
Actualmente una buena parte de problemas de comportamiento provienen de una mala impronta y una inadecuada socialización. La falta de impronta del cachorro repercute negativamente en su desarrollo normal y comportamiento futuro, siendo los problemas más habituales las fobias y miedos, ansiedad por separación, agresividad por inseguridad, estereotipias, problemas en la inhibición de la mordida y falta de autocontrol en general.
Ayudante Técnico Veterinario especializada en etología canina. Tiendanimal me ha permitido durante años trabajar en lo que más me apasiona: el mundo animal. Compagino mi trabajo colaborando como voluntaria en protectoras, santuarios, reservas y cualquier evento o actividad relacionada. He realizado diversos seminarios y cursos relacionados con la educación canina, las aves, la primatología y un largo etcétera. Disfruto aprendiendo cada día de estos increíbles compañeros con los que tenemos la suerte de convivir.